La Oficina de Información Turística (OIT) municipal ha hecho público su balance del verano; unos resultados que actúan como parámetros para medir el ánimo del turismo en Ares y que permiten obtener una panorámica de la situación poscovid-19 en el período estival.
Con la mirada puesta en los tres últimos meses, la Oficina de Información Turística recibió 468 visitantes en julio, 806 en agosto y 128 en septiembre. En total, cerca de 1.400 personas que llegaron al punto informativo para satisfacer sus necesidades sobre el municipio y su riqueza turística.
Poniendo los datos en contexto con los mismos meses de anteriores períodos, Ares certifica un incremento sólido de visitantes a la OIT: el verano de 2020 se saldó con 395 visitantes, en 2021 con 658 y, ahora, se cierra el ejercicio estival de 2022 con 744 personas más que anterior anualidad.
Lucía Blanco, concejala de Turismo, aprovechó la publicación del balance para acercar su análisis: “recibimos los datos de crecimiento muy positivamente, aunque también es importante ver el aumento de servicios turísticos que tenemos: este verano pusimos en marcha las visitas al Alboio de Quinín, reorganizamos los recorridos guiados en el Monasterio de Santa Catalina y pudimos disfrutar de Ares desde la costa, con las rutas de senderismo, y desde el mar, con los viajes en el barco M. Presas. Tenemos claro que naturaleza y patrimonio arquitectónico son dos de nuestros recursos más relevantes”, finalizó.
En lo relativo al Monasterio de Santa Catalina, la Oficina de Información Turística estima en más de 300 personas el número de visitantes que decidió recorrer un inmueble fundamental en la historia local de la península de Bezoucos. Y en el caso del Alboio de Quinín en Redes, principal novedad de la campaña estival, se acercaron aproximadamente 130 personas para conocer la estrecha relación del municipio con la migración y el mar.
La base del turismo en Ares: visitantes nacionales
A tipología de turistas que disfrutan de Ares mantiene una tónica ya consolidada en el ayuntamiento: se trata de un perfil concreto, familias que valoran la comodidad de la localidad y la seguridad de sus playas, y que proceden fundamentalmente de Galicia, Madrid y País Vasco. Dentro del territorio gallego, las principales ciudad de origen de los visitantes de Ares son Ferrol, Narón o Lugo.