(gráficas Galicia Ártabra)-Neda recuperó este domingo la esencia de la Fiesta del Pan, una jornada en la que no colaboró el tiempo toda vez que a partir de las doce de la mañana la lluvia acompañó a los muchos asistentes, que la soportaron, porque tras dos años de espera a causa del Covid no querían perderse esta jornada festiva, en la que se homenajea a los panaderos y panaderas del municipio que, en palabras de la pregonera, “hacen arte con las manos”. Una nueva edición, la treinta y dos que ha servido como un gran punto de encuentro no solo entre vecinos sino entre muchos ferrolterranos y en la que además se pudo ver la presencia de peregrinos del Camino Inglés, todos disfrutaron del buen pan, de la empanada, de los muchos productos base de la industria nedense, así como de la buena música y el buen xantar. Como suele decirse la Fiesta del Pan se celebró “contra el viento y la lluvia” y con muchos puntos a favor de los organizadores, en este caso el Concello.
Gran asistencia desde primeras horas de la mañana
A pesar de que la lluvia hizo acto de presencia, una vez más, millares de personas acudieron a lo largo del día a esta cita, declarada desde hace años Fiesta de interés turístico de Galicia. Desde primeras horas de la mañana, vecinos y visitantes que se acercaron al paseo marítimo de Neda tuvieron ocasión de comprar y saborear el producto estrella de la gastronomía local. Las cuatro panaderías nedenses que estuvieron presentes en el veterano certamen (Panificadora Germán, Modesto Hermida, Santa Rita y Paca Castro Romero) tuvieron este domingo el mejor escaparate para dar a conocer su producto, y supieron aprovecharlo. Así, quien más y quien menos, salía de la fiesta con su empanada, su bollo de patrón, o con uno de los tradicionales bollos cachados. Y junto a los puntos de venta de las panaderías se situaron un buen número de puestos de artesanía y productos varios, que también tuvieron compradores.
También desde primeras horas se podía oir el sonar de la música tradicional a cargo del grupo “Berros do Castro” de San Sadurniño.
Ya a la una de la tarde, después de la reunión del jurado del concurso de empanadas tuvo lugar el pregón “bajo carpa”. La lluvia arreciaba pero se había previsto el poder ofrecerlo con la garantía de celebrarlo en zona cubierta.
El pregón
El pregón, uno de los momentos más especiales, corría a cargo este año de la escritora local Sara González Veiga, quien dedicaba la primera parte de su intervención a rendir tributo a las mujeres panaderas. “Abuelas y madres que merecen nuestro recuerdo y admiración”, señalaba para, a continuación, añadir: “no solo hacían las tareas precisas en la panadería junto con los hombres de la casa; también eran madres y trabajadoras domésticas, en un mundo donde la conciliación (aún mejorable) era inexistente”.
González Veiga recordó que la Fiesta del Pan es para los nedenses fundamentalmente “un día de celebración, de reunión, y de volver a ver a quién hacía años que no estaba ante tus párpados”. Algo que resultaba especialmente evidente en esta edición. Y concluía reivindicando el orgullo de ser de Neda “Lembrade, cando nos pregunten polo mundo adiante:- E ti, de onde es?. Ti poderás dicir -Dun lugar onde se fai arte coas mans, transfórmase a fariña e a auga do Belelle en bolos cachados, e a paciencia de horas e horas diante das masas son a esencia dun dos oficios máis fermosos do mundo-. Ou, de maneira máis resumida, e humilde, eu son de Neda”.
Aplausos para una pregonera nacida en Neda y un regalo, una pequeña talla en madera del vecino de la villa Carlos García.
Premiados del Concurso de Empanadas
Seguidamente Eduardo Jiménez Jiménez y María de la O Martínez, recibieron los premios del Concurso de empanadas por la de lacón con grelos y de carne al caldero,que ocuparon respectivamente la primera y la segunda posición en el recuperado Concurso, empezado en Albaron hace 34 años. Les correspondió una talla del artista local Carlos García.
Tributo a los panaderos y panaderas
Y cerró el acto el alcalde de Neda Ángel Alvariño Saavedra, que se sumó a ese tributo al Pan poniendo en valor el trabajo de un sector clave para la economía local y, como no, subrayando el hecho de que los panaderos y panaderas “estuvieran al pie del cañón, aún en los peores momentos de la pandemia, para que el pan no faltara en ninguna casa”.
Y tras el pregón empezó la música , una sesión vermouth a cargo del grupo “Cachas & Cousins”.y seguidamente cerca del medio millar de personas participaron en la tradicional comida popular donde no faltó el pan y la empanada de Neda que acompañaron a un estupendo churrasco.
La charanga “Os charangos” puso música a la sobremesa. Ya por la tarde se dio paso a las actividades infantiles y al concierto de «Luar na Lubre» que contó con una muy notable asistencia de público.
El concello de Neda, organizador del certamen, contó en esta edición con la colaboración de la Diputación de A Coruña. Y lo de siempre, al finalizar la jornada se dirá “se acabó la XXXII Fiesta del pan,viva la XXIII”.