El último consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao ha aprobado las cuentas del ejercicio 2021, que arrojan un beneficio neto de 2,6 millones, es decir, un 136% más que el año 2020 (1,1 millones), caracterizado no solo por la crisis provocada por la pandemia, sino también por los efectos de la «desaparición» del carbón del tráfico de mercancías, con la paralización de la actividad de la central térmica de Endesa en As Pontes.
Aunque el ejercicio 2020 fue el más flojo de la última década para el Puerto, los datos confirman el buen estado de salud de las cuentas del organismo que preside Francisco Barea y el que se cerró en el último consejo de administración (la memoria anual se publicará en breve en el BOE) indica un nuevo despegue, con un balance similar al del año 2015 (2,8 millones).
Ello con la diferencia, aparte del «factor carbón», de que entonces no habían comenzado las obras de la conexión ferroviaria con el puerto exterior, un «esfuerzo inversor sobresaliente» que consumirá, cuando se haya finalizado, sobre 100 millones, ha indicado.
TRÁFICOS
La captación de nuevos tráficos o la reciente entrada en funcionamiento de la cuarta línea de contenedores (que conecta Ferrol con dársenas transoceánicas como las americanas o las asiáticas) permitirán además invertir la tendencia a la baja del tráfico de mercancías de los últimos años.
En 2018, antes de que dejase de descargarse carbón para la central térmica, se movieron 13,7 millones de toneladas en Ferrol y San Cibrao, volumen que cayó a los 11,1 millones en 2019, a los 10 millones en el 2020 y a los 9,96 millones del año pasado.
El último informe publicado por Puertos del Estado, organismo que agrupa a las 28 autoridades portuarias de interés general, se corresponden con el mes de mayo y refleja un incremento de los tráficos del 17,5% con respecto al mismo periodo de 2021.