Coincidiendo con la fiesta de San Juan de Ávila, patrono de los sacerdotes diocesanos españoles, en el marco de la fiesta de homenaje a los párrocos que este año cumplen sus bodas de plata y diamante, el obispo diocesano monseñor Fernando García Cadiñanos ha anunciado el nombramiento de los nuevos vicarios de la diócesis y el nuevo organigrama diocesano
Vicario General: se ratifica a Antonio Valín Valdés.
Vicario para la Sinodalidad: Antonio Rodríguez Basanta.
Vicario para la Evangelización: Gonzalo Varela Alvariño.
Vicario para la Caridad: Jesús Álvarez Piñón.
Vicario de Economía para la Misión: Xoán Xosé Fernández Fernández.
El nombramiento se produce cuando se cumplen ocho meses de estancia en la diócesis del nuevo obispo y tras una consulta realizada a todos los sacerdotes, miembros del Consejo Pastoral Diocesano y representantes de la vida consagrada.
El obispo diocesano considera que, de este modo, “el nuevo Consejo Episcopal podrá afrontar los cambios necesarios en el resto de organismos diocesanos para el nuevo curso pastoral, así como el Plan Diocesano de Pastoral que hemos de acometer”.
El organigrama diocesano se distribuye en cuatro vicarías, además de la Vicaría General y de la Vicaría Judicial. Cada una de ellas tratará de coordinar y animar algunas de las dimensiones fundamentales de la vida de la Iglesia. En palabras del obispo, “aunque pueda parecer una estructura sobredimensionada para el tamaño y la realidad de nuestra Iglesia, busca fomentar el trabajo sinodal, acoger la pluralidad que se da en la misma y contribuir a un trabajo más equilibrado y eficaz”.
Se crean dos nuevas vicarías: la Vicaría para la Sinodalidad se encargará de coordinar y alentar los diferentes ministerios (catequistas, diáconos permanentes…) que hay que ir creando en la diócesis y tratará de fomentar espacios y momentos que ayuden a promocionar una espiritualidad adecuada en los agentes de pastoral. Y todo ello desde el estilo sinodal que ha caracterizado el presente curso. También es nueva la Vicaría de Economía para la Misión, que trata de coordinar toda el área económica de la diócesis, desvinculándola de la función estricta del ecónomo y proyectándola de una manera más global.
Continúan, aunque con distinto nombre, estructura y organización, la Vicaría para la Caridad que, como señala el obispo, “busca poner en el centro el amor y la misericordia, como seña de identidad de la Iglesia y de la vida cristiana”. Se encargará de coordinar los diferentes organismos eclesiales que ayudan en las distintas realidades de exclusión y sufrimiento.
También se mantiene la Vicaría para la Evangelización que animará especialmente la misión y el primer anuncio coordinando las estructuras eclesiales que ayudan en esta tarea.
En palabras del obispo, “se trata de un equipo de trabajo ampliamente ratificado por la diócesis, que conoce muy bien la realidad y que está ilusionado en servir a todos para construir una Iglesia viva que sea fermento de una nueva humanidad en nuestra tierra. Me gustaría que este momento en la vida de nuestra Iglesia nos ayudara a seguir caminando juntos, más unidos, para afrontar los enormes retos que tenemos delante de nosotros”.
Los nuevos cargos jurarán su puesto en una ceremonia que tendrá lugar el próximo miércoles 25 de mayo en la Domus Ecclesiae de Ferrol.