Julia Mª Dopico Vale
Desde que Claudio Monteverdi descubre las posibilidades sonoras de los violines en su Orfeo, la familia de cuerda frotada comienza a vivir su Edad de Oro, convirtiéndose estos instrumentos en protagonistas de la plantilla orquestal en donde conviven con los dionisíacos vientos relacionados con el aulos báquico de la pagana antigüedad. Cuerdas cuyo origen lejano se remonta al laúd y el rebab y que se difunden por Europa durante la expansión medieval de la cultura árabe cuando todavía las vihuelas, guitarras y mandolinas gozaban del prestigio que suplantarán los violines, contribuyendo también a ello familias de luthiers como los Amati, los Guarneri o los Stradivari.
La “modernidad” musical otorga por tanto al violín un papel trascendental siendo, junto al piano de Cristofori, instrumento preferido para los jóvenes estudiantes y futuros intérpretes en las grandes orquestas sinfónicas del mundo.
Es por ello que la compostelana Escuela de Altos Estudios Musicales, vinculada a la Real Filharmonía de Galicia desde su creación, prestando especial atención a la formación musical de los más pequeños pone en marcha ahora la nueva edición de un curso de cuerda dirigido a estudiantes de 5 a 14 años para los que se ofrecen 18 plazas a las que se accederán tras audición previa, ofreciendo la posibilidad de obtener preparación individual, actividades colectivas de agrupación instrumental y un concierto en el mes de junio donde el alumnado podrá interpretar obras de manera individual o en conjunto, como colofón a los estudios en los que los grandes maestros proporcionarán su experiencia y profesionalidad.
Una gran oportunidad para los jóvenes violinistas de Galicia que pueden presentar sus solicitudes para participar en el curso hasta el día 15 de este mes de noviembre a través de la página web de la Escuela y una opción abierta a las promesas de Ferrolterra.