Cerca de medio centenar de vecinos de San Valentín volvieron a reunirse este jueves por la mañana frente a la oficina de Abanca en Fene en protesta por el cierre estival de la sucursal en su barrio y la falta de garantías sobre su reapertura después del verano.
La comitiva vecinal salió de la plaza do 10 Marzo alrededor de las 9.30 de la mañana y alrededor de las 10.15 ya se estaban concentrando frente a la oficina del banco en el cruce de Fene, donde colgaron pancartas alusivas al «abandono» de Abanca de sus clientes.
La intención de la coordinadora vecinal es continuar con las medidas de presión todos los jueves, aunque también advierte que podrían extenderlas al resto de la semana si Abanca no se compromete a mantener los servicios en San Valentín.
La coordinadora y el alcalde se reunieron con la titular territorial de la entidad el 12 de julio en busca de un firme compromiso de que en septiembre la oficina del barrio reabrirá con normalidad. Sin embargo, como dice el portavoz de la plataforma, Juan Miraz, «el cierre de la oficina de San Valentín está sobre la mesa. Nos dijeron que la intención era abrir en septiembre, pero ya pasó el día, las cosas pueden cambiar y el 12 de agosto pueden enviar cartas a los clientes diciendo que cierran»
Según Miraz, el titular de Abanca les habría dicho que «la oficina da pérdidas» y que la estrategia actual de la entidad financiera está encaminada a reducir costes, lo que llevaría al cierre de oficinas en zonas rurales e incluso sucursales urbanas como en San Valentín, y al traslado a cajeros automáticos de las operaciones más habituales.
«Hay personas de 78 u 80 años cuyo PIN se puede olvidar en una semana» ironiza Juan Miraz, aludiendo a la realidad del alto promedio de edad de un barrio con 700 viviendas concentradas en poco más de un kilómetro cuadrado.
«En publicidad, Abanca dice que lo más importante es la clientela y aquí la están abandonando. No les interesa la gente que tiene ahorros, sino vender seguros, hipotecas y préstamos»
El representante vecinal recuerda el «rescate» de Abanca con recursos públicos que, a su juicio, debería traducirse en el mantenimiento de los servicios y, en particular, los de San Valentín, para lo que también se solicita la recuperación de la atención «a lo largo de la semana y con dos personas en el despacho»
Desde la coordinadora de barrio avanzan que las medidas de presión centradas en la oficina del cruce de Fene no van a parar por el momento. El grupo está decidido a seguir concentrándose todos los jueves de San Valentín a las 9.30 horas y luego subir a Fene para obstaculizar durante una hora el funcionamiento de la ubicado sucursal del cruce. El vecindario incluso deja una advertencia en el aire: «Estas son protestas pacíficas de una hora un día a la semana, pero podemos tener la caja bloqueada toda la semana».