La CIG realizó una concentración este viernes día 2 delante de la Delegación del Gobierno en la Coruña para exigir una transición energética gallega justa en el sector de los carburantes y biocarburantes y que garantice, en el marco del proceso de descarbonización de la economía, la puesta en marcha de alternativas de reindustrialización y creación de puestos de trabajo en los territorios afectados.
En la concentración participaron delegados de la CIG de la refinería de Repsol de la Coruña, de la planta de Vertex Bioenergy de Curtis y de la planta de Masol Iberia Biodiésel de Ferrol, se registró un escrito dirigido a la ministra Teresa Ribera solicitando del MITECO que elabore un plan de actuación encaminado a fijar las bases de una transición justa en el sector, siempre respetando las competencias autonómicas.
El secretario general de la CIG llamó la atención sobre la «inexistencia de políticas, tanto por parte del gobierno español como de la Xunta de Galicia», para dar continuidad a los puestos de trabajo en este sector y garantizar la reindustrialización. «Hacen falta políticas públicas más que nunca para pilotar este proceso, no puede ser que sean los consejos de administración de las empresas los que lo definan» aseveró. En esta línea, Carril se mostró muy crítico con el gobierno de Feijoo, al que acusa «de una inacción permanente» en materia de industria, aun cuando la Xunta tiene plenas competencias en esta materia.
Transformación de las refinerías y biocombustibles de 2ª generación
En lo relativo al plan de actuación que se demanda, éste «debe contar con la participación de las centrales sindicales más representativas y de otros agentes implicados y tiene que contemplar medidas para la transformación de las refinerías en biorefinerías» «la transición hacia los biocombustibles de segunda generación, con materias primas sostenibles y buscando las sinergias con otras industrias con la elaboración de subprodutos»; y «una apuesta por los biocombustibles como combustibles de transición en la movilidad hasta que se alcancen los objetivos marcados para la movilidad eléctrica».
«Junto a esto, que no se conceda ningún tipo de fondos públicos, ni se otorgue autorización, concesión y adjudicación de MW la aquellas empresas del sector afectado, que no garanticen la continuidad del empleo».
«El sector de carburantes y biocarburantes tiene un importante peso en Galicia pero puede quedar fuera del cambio energético verde, estando en riesgo muchos empleos directos e indirectos, así como el peso industrial que a día de hoy tiene este sector, como evidencia el ERTE formulado por Repsol para la refinería de A Coruña», por eso, Carril reclamó que este plan de transición «se apruebe en el plazo máximo de tres meses desde la aprobación de la Ley de Cambio Climático y de manera paralela que se constituya una mesa de trabajo en la que abordar los cambios a acometer en el sector de manera que la reconversión no sea una demolición y evitar repetir lo que está aconteciendo en As Pontes o Meirama o en otros sectores industrias de nuestro país, donde se impulsan cambios de modelo energético sin formular alternativas»