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El alcalde de Valdoviño, Alberto González, informó en la mañana de este viernes que el Ayuntamiento acaba de lograr la concesión de la batería de costa de Campelo. Un objetivo en el que trabaja desde 2018, cuando se iniciaron las negociaciones con el Ministerio de Defensa.
En esta línea, el regidor quiso agradecer la buena predisposición de la Secretaría de Estado de Defensa, y especialmente el último impulso dado a la tramitación en este primer trimestre de año.
Alberto González apunta que al hacerse con la propiedad de este bien afectado por
Defensa el Ayuntamiento está en condiciones de comenzar a trabajar en la revalorización de este espacio histórico con el objetivo de detener su degradación y ponerlo a disposición de la sociedad para su conocimiento y disfrute, fomentando sus
usos culturales, sociales y educativos vinculados al medio ambiente.
El acuerdo establece una cesión por 25 años ampliable, y contempla la posibilidad de que el Ayuntamiento se haga con la propiedad en el primer año. A cambio, la Administración local se compromete a actuar en la valorización de este antiguo equipamiento militar. Al amparo de esta relación de colaboración mutua, ambas partes crearán una comisión mixta de seguimiento.
La cesión de uso se extiende a todos los terrenos e instalaciones de la propiedad, lo que incluye el antiguo edificio de acuartelamiento además de las pequeñas edificaciones existentes. En su conjunto, una extensión superior a los 600.000 metros
cuadrados.
En ese objetivo de revalorización, el alcalde también destaca la necesaria implicación
de la Xunta, por lo menos a la hora de autorizar las intervenciones, ya que la mayor parte de la zona se encuentra también bajo protección de la Red Natura 2000.
Las baterías de Campelo
Tienen su origen en el «Plan de Artillado y Defensa de las Bases Navales de Ferrol Cartagena y Mahón», obra de Primo de Rivera del año 1926. Su construcción se acabó ya con la II República, y su finalidad era proteger la Ría de Ferrol, debido a su estratégica ubicación.
En su día, la estratégica localización de Campelo determinó la construcción de una de las cuatro baterías articuladas para blindar el Arsenal de Ferrol. Una zona que alberga hoy las ruinas de la batería militar de Campelo Bajo, donde se pueden apreciar extraordinarias vistas a la costa de Meirás y la playa de la Frouxeira, y la batería de Campelo Alto, con las dependencias del antiguo puente de mando en su cumbre.
El armamento que poseían las baterías militares de esta zona eran los cañones denominados Vickers 381, con un diámetro interior de 38 centímetros que podían lanzar munición de 800 kilos de peso a una distancia de 35 kilómetros o más. Casi toda su estructura se encuentra enterrada para mejor discreción. Existen diferentes túneles y almacenes subterráneos, así como garitas de vigilancia.
Reuniones previas
En julio de 2018 se desplazaba a la zona el general Jefe de la 4ª Subinspección General del Ejército Norte, José Rivas Moriana, responsable de las infraestructuras militares del Ejército en la zona Norte. Allí era recibido por el alcalde, Alberto González, y el concejal de Obras, Benito Vega, para realizar una visita de supervisión a la zona. En el transcurso de la misma, se abordó la cesión de los terrenos al Ayuntamiento y ambas instituciones acordaron estudiar el modo de hacerlo, para lo cual se barajó un convenio que recogiese la cesión de uso.
En esta línea, Alberto González destacó el extraordinario valor patrimonial y paisajístico de la zona, pero también sentimental, ya que en estas instalaciones fueron muchas las generaciones que realizaron allí el servicio militar. El Ayuntamiento, apuntó entonces el alcalde, «quiere recuperar este espacio único situado en la parroquia de Meirás y ponerlo en valor como recurso turístico y de ocio».
Además, el alcalde y el concejal de Obras también recibieron la visita del presidente de la Diputación, Valentín González Formoso. En la Casa Consistorial, uno de los temas a tratar fue precisamente las líneas de colaboración entre administraciones para poner en valor este espacio.
