Ante las nuevas medidas sanitarias de la Xunta de Galicia para paliar la crisis del Covid 19 la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, con preocupación y responsabilidad por el cuidado de la vida humana, reitera su compromiso y colaboración con la sociedad para evitar la expansión del Covid 19 por lo que ha dado a conocer una serie de normas a seguir en un comunicado firmado por Antonio Rodríguez Basanta Delegado del Administrador diocesano.
Se señala que la diócesis «recuerda en la oración a los fallecidos y enfermos y continúa agradeciendo su implicación al personal sanitario, a otros profesionales, a los capellanes de hospitales, voluntarios de pastoral de la salud y de Cáritas. Así mismo, la diócesis renueva su ofrecimiento de ayuda a quienes sufren consecuencias de todo tipo a causa esta pandemia».
Celebraciones religiosas comunitarias
«En estos momentos de incremento de los contagios, informamos sobre los aspectos que atañen a las celebraciones religiosas comunitarias conforme a las medidas que se adoptan en el territorio de la Comunidad Autónoma de Galicia para hacer frente a la crisis sanitaria del COVID-19 y que recoge el decreto 179/2020, de 4 de noviembre, publicado en el Diario Oficial de Galicia».
Celebraciones en los templos
1. En las parroquias y UPA de los ayuntamientos de Ferrol, Neda, Narón, Viveiro y Burela, la asistencia a los templos será de un máximo de 25 personas desde el sábado 7 de noviembre a las 00:00.
2. En los templos situados en el resto de los ayuntamientos del territorio diocesano, la asistencia máxima será de 50 personas, como ya está indicado desde el día 5 de
noviembre.
3. En ningún caso se podrá superar el 50% del aforo del templo.
4. La capacidad máxima decretada deberá publicarse en un lugar visible.
5. No se podrá utilizar el exterior de los edificios ni la vía pública para la celebración de actos religiosos.
6. Continúan las medidas preventivas habituales, relativas a la distancia de seguridad, al uso obligatorio de la mascarilla, a la ausencia de agua bendita, a la limpieza de manos con gel hidroalcohólico, a la desinfección de los espacios después de cada uso, así como evitar las aglomeraciones a la entrada y a la salida del templo.
7. Igualmente siguen vigentes las “disposiciones en la liturgia” publicadas por el obispado de Mondoñedo-Ferrol con fecha 3 de junio pasado, que se han venido cumpliendo hasta ahora.
Funerales, velatorios y entierros
• Los funerales se podrán celebrar según las normas señaladas más arriba.
• En cualquier lugar de la diócesis los velatorios podrán realizarse en todo tipo de
instalaciones, públicas o privadas, debidamente habilitadas, con un límite máximo, en cada momento, de veinticinco personas en espacios al aire libre o de diez personas en espacios cerrados, sean o no convivientes.
• La participación en la comitiva para el entierro o la cremación será de un máximo de veinticinco personas, entre familiares y allegados, sean o no convivientes, además del ministro ordenado.
Estas medidas estarán vigentes hasta el 4 de diciembre próximo, aunque pueden cambiar según evolucione la emergencia sanitaria».
Firme esperanza
«En estas circunstancias, la fe cristiana ha de brillar con firme esperanza. Es tiempo para incrementar la oración, personalmente, en familia o en comunidad religiosa, sobre todo si no fuera posible participar en la celebración eucarística (cf. Catecismo, nn. 2181 y 2183).
Hemos de procurar todos los cuidados, y superar cualquier miedo. Afrontamos esta situación desde nuestra fe con la necesaria responsabilidad civil y cristina por la vida, el bien y la salud de los fieles cristianos y de toda la sociedad. Confiados en Dios que está con nosotros en todo momento hasta el final de los tiempos, oramos y cooperamos corresponsablemente laicos, sacerdotes y personas consagradas como Pueblo de Dios unido. Lo hacemos con la intercesión y ayuda de la Virgen María, bajo cuyo amparo nos acogemos, como nos invita a rezar el Papa Francisco:
«Oh María, Consuelo de los afligidos, abraza a todos tus hijos atribulados, haz que
Dios nos libere con su mano poderosa de esta terrible epidemia y que la vida pueda
reanudar su curso normal con serenidad. Nos encomendamos a Ti, que brillas en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Amén»».