El Obispado de Mondoñedo-Ferrol hizo públicas este jueves, coincidiendo con el cuarto aniversario de la ordenación de Luís Ángel de las Heras como obispo, las medidas de prevención con que deberán realizarse las celebraciones del culto público ante la próxima entrada en vigor de las fases 1 y 2 que establece el Gobierno de España en el llamado proceso de “desescalada” como consecuencia de la pandemia del Covid-19.
El documento con las disposiciones ha sido enviado a sacerdotes, comunidades
religiosas y delegados laicos, acompañado de una carta del propio obispo. En esta misiva, titulada “Hacia un tiempo nuevo” y que el prelado dirige a todos los diocesanos de Mondoñedo-Ferrol, se expresa que “después de este tiempo de reclusión, sin expresión comunitaria de la fe en nuestras parroquias, aunque con una manifestación cristiana viva y compartida desde nuestros hogares, nos disponemos a reiniciar progresivamente las actividades habituales de la Iglesia”.
Población de riesgo
Luis Ángel de las Heras hace hincapié en que “caminar hacia un tiempo nuevo en clave creyente nos da prudencia para vislumbrar y llegar a la denominada ́nueva normalidad ́ en todos los ámbitos […] cumpliendo siempre las normas que nos dan las autoridades sanitarias”.
“Hemos de ser muy cuidadosos en los pasos que vamos a ir dando; más aún, si somos población de riesgo por enfermedad o edad avanzada”. En este punto, remarca nuestro obispo que en tal población de riesgo se encuentran muchos de nuestros sacerdotes, “a quienes apreciamos sinceramente y no podemos pedir que se
expongan al contagio, o se conviertan involuntariamente en transmisores de la
enfermedad”, como tampoco exigirles que se hagan cargo de unas medidas de seguridad sanitaria que pueden exceder sus propias capacidades de acción.
Medidas de prevención para las celebraciones
Mons. De las Heras hace referencia, también, al documento publicado por la
Conferencia Episcopal Española (CEE) el pasado 29 de abril, indicando una serie de
medidas de prevención para las celebraciones y atendiendo a las normas que van
estableciendo las autoridades pertinentes. Teniendo en cuenta estas consideraciones y
evaluando la situación concreta de nuestro territorio diocesano tanto con el consejo de
gobierno como con el colegio de arciprestes, se hacen públicas estas disposiciones,
poniéndonos todos los diocesanos “bajo el amparo de Nuestra Señora de los Remedios y la intercesión de san Rosendo”.
Disposiciones para las fases 1 y 2
El documento de medidas preventivas elaborado por la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol
contiene un primer apartado con diez “disposiciones de carácter general” y un segundo apartado con las “disposiciones en la liturgia”.
Entre las consideraciones de carácter general, debemos destacar que “el obispo
diocesano prorroga hasta nuevo aviso la dispensa de precepto dominical, invitando a la lectura de la Palabra de Dios y a la oración en las casas, pudiendo aprovechar la retransmisión de la Eucaristía a través de los medios de comunicación, siempre en directo”. Se hace especial énfasis en que las personas que estén entre los grupos de riesgo sigan las celebraciones por los medios audiovisuales.
Por lo que se refiere a la reapertura del culto público, se iniciará en la Catedral de
Mondoñedo y en las principales iglesias de referencia que establece el Plan Diocesano
de Unidades Pastorales, siempre que éstas estén en condiciones de cumplir con todas
las medidas de prevención.
El aforo de los templos que abran será, de acuerdo con lo que establece el Gobierno de
España, de un tercio en la fase 1 y de la mitad del aforo en la fase 2.
Es muy importante destacar que “los asistentes deben usar siempre mascarilla, lavarse con gel hidroalcohólico a la entrada y salida del templo y mantener una distancia de 1,5 metros unos con otros”. Las pilas de agua bendita estarán vacías y las puertas de estas iglesias permanecerán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones.
En cuanto a funerales, aniversarios, novenas, romerías u otras celebraciones que
conlleven la previsible asistencia de un gran número de fieles, se pospondrán hasta que las circunstancias mejoren.
En el segundo apartado de este documento, el referido a las “disposiciones en la
liturgia”, se establecen, entre otras medidas, el evitar “coros, hojas de canto y otros
documentos de papel”; la colecta se realizará situando un cestillo cerca de la salida. El
saludo de la paz se realizará con un gesto que evite el contacto físico y la comunión se
ha de recibir en la mano evitando el contacto.
El sacerdote celebrante desinfectará sus manos al empezar el canon de la misa. Lo hará igualmente antes y después de distribuir la comunión, momento en el cual utilizará mascarilla.
Por lo que atañe al sacramento de la Reconciliación, se ha de celebrar en un espacio
amplio que permita la distancia de seguridad y asegure la confidencialidad. Deberán
llevar mascarilla tanto el confesor como el penitente.
La Unción de enfermos se celebrará por el rito breve. Si quienes la reciben son enfermos del Covid-19, será necesario el uso de bata, guantes, mascarilla y pantalla protectora.
Por último, indicar que si hay novedades en la evolución de la emergencia sanitaria que afecten a estas disposiciones se informará convenientemente y para afrontar la fase 3 de la “desescalada” se anunciarán nuevas disposiciones con la antelación que permita la actual situación.
Desde el Obispado, se agradece a todos el esfuerzo que estas medidas van a
suponer.