Julia Mª Dopico Vale
Los amantes de las letras celebramos el retorno poético de Vicente Araguas que estrena su poemario en gallego» O amor non se fala soamente«, 31 poemas editados por “Medulia” que nos transportan al albor de la juventud (Ronsel do 68) de septiembre- o eylüf, el mes de las uvas, o el meskerem, cuando florecen las flores amarillas- transcurriendo por el mar de otoño en forma de soneto, el noviembre de ventura, la estatua de enero…
Nace el fluir de la belleza “de corazonadas y tristezas confortables” y el amor universal “ventana abierta que abre los mares”; el ser “del corazón que no quiere dueño y que transcurre en la noche fluvial”, como un río que se recorre para volver a donde era y de donde era vuelve a Neda, patria-grande y pequeña- del poeta que presentó sus versos en la Casa de las Palmeras, lar de lumbre agarimosa que abriga cuidadosamente la lírica en Ferrolterra.
“Iso queda de todo/espadas ferruxentas, carros volcados con rodas virando/ sabas esferrapadas que son bandeiras/ por se volvese Maio”. Un reloj de arena que vuelve y revuelve el tiempo apuntando la plena madurez del prolífico escritor Vicente Araguas, declarado romántico que deja espacio en sus versos para el amor, ese “que para siempre ya nunca”– y quizás por eso siempre-.
En la concurrida presentación acompañado por Diana Varela, Xulio Valcárcel y Manuel Patinha, el artista autodidacta de Póvoa de St. Iría afincado en Narón; escultor, grabador, pintor de prestigio y querencia cuyas obras pueden contemplarse en abiertos espacios y galerías de arte y que en esta ocasión ilustra cubierta e interiores del libro que habla de que el amor no se habla- tan solo- y en el que cada verso “voa polo ceo do radicalismo poético, sen deixar máis rémol de resentimento que o do sentimento evocado de novo”.
Desde estas letras la enhorabuena por el alumbramiento poético de versos que son también…música.