(El Comercio-Pablo Suárez)-El ‘Chilreu’ ya está en casa para ser desarmado. El buque de la Armada española, construido en 1988 en Naval Gijón como arrastrero y que posteriormente fue reubicado como patrullero oceánico, llegó este viernes procedente de la Estación Naval de La Graña, en Ferrol, a El Musel, donde será convenientemente desguazado y reciclado en la planta que la empresa DDR Vessels, la única de la Unión Europea con autorización para desmantelar embarcaciones de más de 500 GT, tiene activa en Gijón desde el pasado agosto. «La llegada de este segundo buque consolida este proyecto empresarial, que sitúa al Principado de Asturias a la vanguardia en la descontaminación sostenible», reivindicó Jesús Picatto, CEO de la empresa.
El navío, que cuenta con una eslora de 67,8 MT, una manga de 11 MT, un calado de 4,40MT y tiene una autonomía de 15.000 millas capaz de desplazar 2.100 toneladas, está previsto que sirva a la compañía para obtener unos 967.000 kilos de hierro y acero, 10.000 de cobre y bronce y 5.000 de aluminio, entre otros materiales. Ahí se centra el beneficio que DDR Vessels obtendrá de un buque por el que pagó hasta 63.857 euros en subasta pública.
Su desmantelamiento está previsto que dure varios meses. Como resultado de estos trabajos de desmontaje, prevén recuperar un total de 1.700.000 kilos de hierro y acero que posteriormente serán reintegrados en las cadenas de producción de las industrias siderúrgicas españolas