De todos los géneros musicales quizás sea la ópera el más exigente, el más ambicioso y el que ha dejado muchas y gloriosas páginas musicales que nos hablan de su universalidad.
En Galicia el gran público siempre ha respondido a las representaciones operísticas canalizadas mayormente a través de instituciones que han sumado esfuerzos para hacerlas posibles; sin embargo, en el ámbito de la creación patria la producción ha sido mucho más restringida.
Ochenta años de silencio desde el estreno de O Mariscal de Losada, conceptuada la primera ópera gallega, a la llegada de O Arame de Juan Durán, un hito histórico per se y porque tal y como se anunciaba se representará próximamente en la Metropolitan Ópera de Nueva York, algo sin precedentes. Fernando Vázquez Arias, prolífico autor de dilatada y brillante trayectoria, se pronuncia en 2016 con su Raiña Lupa, calificada por la crítica como “pieza excepcional en el panorama de la creación lírica”, una obra que bebe de las fuentes de la mitología y que exalta el espíritu femenino.
Y ahora, de pronto en apenas un mes se representan dos óperas de compositores gallegos que despiertan curiosidad e interés: A Amnesia de Clío, del compostelano Fernando Buide, ópera “de heroína” en la que interviene la Real Filharmonía de Galicia y el estreno que se espera en esta semana, O Loro de Carlos V, de Nani García, singspiel basado en un cuento infantil del S.XVI- y de marcada vigencia- que se representará los próximos días 5 y 6 en el Teatro Colón de A Coruña y el 7 en O Pazo da Cultura de Narón. Una obra en la que “mediante la comedia se abren las puertas al mundo de la ilusión y la ternura”, como anuncia el autor, con una “sonoridad actual, en lenguaje tonal y carácter cantábile”. Nani García aporta ahora su reconocida experiencia dentro mundo cinematográfico. Allí estaremos, celebrando la emergencia operística de Galicia.