A día de hoy, el CPI Atios, Valdoviño, en el que estudian más de medio millar de niños y niñas, es un espacio cardioprotegido, y la consecución de este logro fue un éxito colectivo que nacía de la iniciativa de la ANPA Beiramar.
Padres y madres ponían en marcha en el mes de octubre una campaña solidaria, al amparo de la iniciativa Proyecto Salvavidas, para conseguir el ansiado desfibrilador para el centro a través de la venta de pulseras. Un proyecto al que se unía el Ayuntamiento, que instalaba de forma provisional uno de los desfibriladores con los que cuenta. La respuesta vecinal superaba las mejores expectativas, fijadas en la venta de 600 pulseras, y la campaña acababa superando las 1.500.
En la mañana de este martes, los integrantes de la ANPA Beiramar hacían entrega a la dirección del CPI
Atios del desfibrilador, maniquíes de resucitación cardiopulmonar básica, desfibrilador de entrenamiento, mochila de emergencias, vitrina y sinaléctica. En el acto, el alcalde, Alberto González, asumía el compromiso de que el Ayuntamiento firmará a corto plazo un acuerdo para hacerse cargo del mantenimiento de la equipación.
Además de la cesión del material, la ANPA, con la colaboración de los médicos Francisco Rascado, Yessica López y Ana Pérez y de la enfermera Pilar López- Sastre, impulsaban los necesarios cursos de formación. A ellos asistía todo el personal docente y no docente del centro, así como la Policía Local. Una implicación que hizo efectiva la conversión del CPI Atios en un espacio cardioprotexido