Con suma emoción y entusiasmo vivíamos el acto de clausura de la LXI Edición de “Música en Compostela” con la entrega de diplomas y premios a participantes de muy diversas nacionalidades protagonistas del curso, como apuntaba Dña. María Dobarro, que también señalaba que el verdadero peregrinaje- en este caso musical- comenzaba ahora, cuando partimos de Santiago tras adquirir tan notables enseñanzas musicales y humanas hacia nuevos rumbos y destinos. Alumnos que fueron además intérpretes ejemplares en las tardes previas a la clausura, mostrando TODOS ellos un alto nivel y un logrado bien hacer, tal es el caso de Josep Planas que supo transmitir su extremada sensibilidad y sentido lirismo con su viola en el Scherzino de Lamote de Grignon y el Capricho Nº 5 de J.M Beltrán; el de María Martínez León al violoncello con la Danza del Diablo Verde de Cassadó; el de los violinistas alumnos del Director D. Agustín León Ara, Marta Florit con la Sonata en Re de Turina e Isaac Pérez Rivera y una menos conocida Elegía de Guridi de profundo dramatismo; en el piano la italiana Marina Feruglio y la espectacular Danza del Fuego de Manuel de Falla, la prometedora gallega Aida Saco Beiroa, que interpretó la delicada Baladilla Nº 3 de García Abril y el dominicano Omar de Jesús Ubrí Ramos que cerró el primer concierto de becarios con una sublime interpretación de La maja y el ruiseñor de Granados.
La guitarra vino de mano de Sara Guerrero y el coreano Chanhyeok Lee, alumnos de canto y órgano para finalizar tanto ejemplo de magna música española con los del aula de polifonía que concluyeron su intervención recordando una vez más al que hasta este año fue Presidente del curso D. Xerardo Estévez y al entrañable, querido y admirado doctor y humanista D. Enrique Jiménez. Una brillante edición, como es la constante en “Música en Compostela”, cita ineludible con la mejor música.