(REDACCIÓN) – Sobran las palabras. El Racing, a partir de las 17:00 horas del domingo, disputa una auténtica final en A Malata. Su rival, el Valladolid B, ocupa actualmente el puesto de promoción de permanencia. De vencer, el equipo ferrolano adelantará al filial pucelano en la tabla y dejará atrás a un rival directo. Saldrá, seguro, del descenso directo y afrontará con otra cara las dos últimas jornadas. Una derrota, en cambio, condenaría al conjunto departamental al abismo. Todo o nada.
Las cinco victorias consecutivas en su estadio invitan a pensar en positivo. La más reciente, ante el Sanse, llenó de moral a un club en horas bajas. Los cuatro goles y la fenomenal actuación de sus hombres más determinantes conduce a creer en el triunfo, pero si algo condena a los verdes esta campaña es la irregularidad. Su rival, además, llega con las mismas necesidades de evitar el descenso a Tercera División.
Álvaro Rey y Pablo Rey volverán a liderar el ataque del conjunto naval. Habrá, eso sí, una novedad obligada en el once inicial. La ausencia por sanción de Aitor Arregi obliga a Ricardo López a variar su esquema. Todo apunta a que Nano, relegado a la suplencia por el buen papel del central vasco, ocupará su lugar en el eje de la zaga junto a Víctor Vázquez. Por lo demás, el resto de protagonistas que vencieron hace tan solo siete días.
A Malata jugará un papel especial. La promoción de la entidad, que permitió retirar a cada abonado dos invitaciones -en taquilla habrá entradas bonificadas desde 3 euros- y repartió más entre la Federación de Peñas y el Concello. Se espera un gran ambiente en el coliseo ferrolano, deseoso de celebrar tres nuevos puntos. Esta vez, más vitales que nunca.
El cuadro vallisoletano llega con dudas tras su última derrota ante el Pontevedra. Reaccionó de manera meritoria tras una primera vuelta paupérrima, pero su reciente mala dinámica ha vuelto a meterle en el fango. La calidad típica de un filial, con el colombiano Luis Suárez y Mayoral como futbolistas más determinantes, es su mejor arma. Becerra, batallador delantero, y Antonio Domínguez, brillante en el enganche, son otros hombres a vigilar.
La victoria, de cualquier manera, es indispensable para seguir soñando con la permanencia. Alcanzar los 41 puntos, de cara a los dos últimos duelos ante Castilla y Rayo Majadahonda, sería un soplo de aire fresco. Fallar está prohibido.