Mohammed bin Salman, heredero saudí, suscribió este jueves en Madrid un acuerdo para la compra a España de cinco buques de guerra, un contrato de 2.000 millones de euros. A lo largo del día, el Príncipe saudí se reunió sucesivamente con el Rey Felipe VI, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Durante su visita, ambos países firmaron varios memorandos de acuerdo en cinco ámbitos: cultura, ciencia, empleo, transporte aéreo y defensa. El punto clave de la visita de 24 horas a Madrid fue el acuerdo sobre la venta de España a Arabia Saudí de cinco corbetas, un tipo de buque de guerra más ligero que la fragata y que será fabricado por la empresa pública española Navantia.
Dicho acuerdo de entendimiento fue suscrito por Mohammed bin Salman, también ministro de Defensa del país, y su homóloga María Dolores de Cospedal.
Clave para San Fernando
Estos convenios son claves para la viabilidad a medio plazo de los astilleros de San Fernando, donde se construirían las corbetas, y también para los de Ferrol (A Coruña), se sumaría un acuerdo sobre adiestramiento entre las Armadas de los dos países para el manejo de los buques.
Un portavoz del ministerio español de Defensa precisó que se trata de un «acuerdo de intenciones entre gobiernos de cara a la próxima venta que va a hacer Navantia de 5 corbetas a Arabia Saudí por 2.000 millones de euros». La firma del contrato en firme podría ocurrir «en las próximas semanas», según Defensa. El portavoz añadió que esto «garantiza trabajo durante bastantes años» a los deficitarios astilleros españoles, aunque no pudo precisar cuántos empleos se esperan.
La compra de armamento ha sido un punto clave durante la gira que Bin Salmán efectuó desde hace más de un mes por Egipto, Reino Unido, Estados Unidos y Francia. De Londres se llevó un protocolo de acuerdo para la compra de 48 aviones de combate Eurofighter Typhoon, y de Estados Unidos la autorización de la administración Trump para contratos de armamento con Riad por valor de más de 1.000 millones de dólares.
En cuanto a España, una vez se cierre el acuerdo con Navantia, se sumará a dos importantes contratos obtenidos en Arabia Saudí: la línea de alta velocidad entre las ciudades santas de La Meca y Medina, construida por un consorcio español, y el metro de Riad, en cuya construcción participan las españolas FCC y Typsa.
Precisamente, en el plan estratégico de internacionalización para 2018-2020 elaborado por el ministerio español de Fomento, Arabia Saudí es uno de los 26 «países de interés». Según el documento, España está muy pendiente del plan de inversión en infraestructuras de transporte anunciado por Arabia Saudí para los próximos 10 años, que conlleva inversiones de 32.000 millones de euros.
El príncipe está promoviendo un ambicioso plan de modernización del país, conocido como «Visión 2030», con el que quiere flexibilizar las estrictas costumbres del país, donde impera el wahabismo, una visión rigorista del islam, y reducir su dependencia del petróleo potenciando otros sectores, entre ellos las infraestructuras, los transportes y el ocio.
Como parte de ese esfuerzo reformador, el heredero saudí estuvo de gira durante cerca de un mes en Estados Unidos, Reino Unido y Francia, desde donde viajó a España.
La visita a Madrid, de poco más de 24 horas, buscó también preservar la relación personal de la monarquía saudí con la española, después del estrecho acercamiento propiciado por Juan Carlos, padre de Felipe VI y jefe del Estado español entre 1975 y 2014.
El rey Felipe ya estuvo en enero de 2017 en Arabia Saudí y también a comienzos de 2015, cuando falleció el anterior monarca, Abdalá.