Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, el gobierno francés reclutó soldados entre los exiliados españoles. Además de los 55.000 que se alistaron en las CTE (Compañías de Trabajadores Extranjeros), otros 6.000 se alistaron en los Regimientos de Marcha de Voluntarios Extranjeros (RMVE) 21, 22, y 23, con un contrato “hasta que la guerra termine”, y con un contrato por cinco años en los Regimientos Extranjeros de Infantería (REI) 11 y 12, y en la 13 Semi-Brigada. Los primeros estaban mandados por oficiales de la reserva, y su equipamiento era tan precario que recibieron el apodo de “regimientos basura. Los segundos pertenecían a la Legión Extranjera, y estaban mejor equipados y dirigidos.
Los españoles fueron tratados con reticencia por la oficialidad francesa, pero por su experiencia en la guerra civil, destacaron ya en el mismo proceso de instrucción, y cuando entraron en combate se ganaron el respeto de sus mandos.
Tras la capitulación francesa se destruyeron los archivos para evitar las represalias alemanas, pero sabemos que la mayor parte de los alistados en los RMVE y en los REI eran españoles, italianos y judíos polacos, prácticamente a partes iguales. También sabemos que muchos oficiales del ejercito republicano recibieron el grado de cabo para cubrir la cuota de suboficiales. Hemos podido reconstruir a grandes rasgos, la participación militar de estas seis unidades en mayo y junio de 1940.
Los Regimientos de Marcha de Voluntarios Extranjeros (RMVE)
El 21 RMVE contaba con 2.800 efectivos y pertenecía a la 35 división de Infantería, con la orden de frenar el avance alemán en las Ardenas, cerca de Lechesne. El regimiento estaba mandado por el teniente coronel Paul Debuissy. No tenían armas antitanques, ni ametralladoras, y la alimentación era escasa.
En estas condiciones, se atrincheró en las orillas del canal de las Ardenas, desde Chesne a Petites Armoises, un sector húmedo y pantanoso, bastante plano y sin medios para camuflarse. Su bautismo de fuego tuvo lugar el 28 de abril de 1940 y lograron bloquear el avance alemán. El 10 de junio, el frente cedió en el sector de Château-Porcien (unos cien kilómetros al oeste), y losalemanes iniciaron una exitosa maniobra de envolvimiento. El regimiento mantuvo una cabeza de puente en Vaucouleurs, para que los restos de división pudieran cruzar el río Mosa. Muy castigados, defendieron Colombey-les-Belles, a unos 20 kms al suroeste de Nancy, hasta el armisticio del 22 de junio.
El 22 RMVE (teniente coronel Pierre Villiers-Moriamé) estaba integrado por republicanos españoles e inmigrantes judíos de Europa Central, sumando 2.500 efectivos. Pertenecía a a la 19 división de Infantería (Fernand Lenclud), y ocupó Conchy-les-Pots el dia 23 de mayo, participando en varios contraataques hacia el norte, contra Hattencourt y Villers-Carbonel, recuperados el día 24, y contra Berny-en-Santerre y Ablaincourt Pressoir. El día 26 atacaron Barleux sin éxito, y a continuación defendieron el triángulo Fresnes-Bazancourt-Misery. El objetivo de estas acciones era detener el avance de las divisiones panzer alemanas, que desde San Quintín avanzaban hacia Amiens. El regimiento luchó con tanta determinación, que exhaustos, los 800 supervivientes rechazaron el ofrecimiento de rendirse y lucharon cuerpo a cuerpo en Marchelepot.
Su heroica lucha permitió cubrir la retirada de la 19 división a la Línea Chouvineau, un conjunto de fortificaciones desplegadas en círculo alrededor de París. Los alemanes quedaron tan impresionados, que rindieron honores a los supervivientes capturados.
El 23 RMVE estaba dirigido por el teniente coronel Aumiotte, y terminó su instrucción en mayo de 1940.
Integrado en la 8ª división, tomó posiciones en Conde-Folie, a unos 20 kilómetros al oeste de Amiens en una rivera del rio Aisne. Era exactamente el lugar escogido por Edwin Rommel para atacar el 7 de junio. La denominada batalla de Soissons fue el bautismo de fuego para el regimiento, con un resultado terrible. Aguantaron bien los primeros ataques, pero en un episodio confuso recibieron la orden de ocupar nuevas posiciones. En campo abierto, fueron localizados y destrozados por la artillería enemiga. Cuando cesó el fuego, el regimiento quedó reducido a la mitad. El día 13, un centenar de legionarios se rindieron una vez agotadas sus municiones, recibiendo honores por parte de los alemanes. Los restos del regimiento, volvió a entrar en combate los días 15 y 16 en Pont-sur-Yonne, a unos 90 kilómetros al sudeste de París, pocos días antes de la capitulación. Solo quedaban ya 200 combatientes.
Los REI (Regimientos Extranjeros de Infantería) y la Semi-Brigada n.º 13
El 11 REI de la Legión Extranjera sumaba 3.100 efectivos, entre los que destacaban 914 Polacos, 664 españoles, 545 franceses y 290 italianos). Formaba parte de la 6ª división de infantería norteafricana, atrincherada en el sector de Sedán, y resistió en el bosque de Inor (orilla derecha del Mosa) entre el 27 de mayo y el 18 de junio, ocasionando 2.500 bajas a los alemanes,pero como ya hemos visto, las divisiones acorazadas de Guderián rompieron el frente e iniciaron una maniobra de envolvimiento hacia el sudeste. En un intento de romper el cerco de tres divisiones alemanas, el regimiento libró desesperados combates cubriendo la retirada hasta Toul, a quince kilómetros de Nancy. Cuando Francia capituló, de sólo quedaban alrededor 800 combatientes, de los que unos 600 lograron evitar su apresamiento.
El 12 REI de la Legión Extranjera estaba dirigido por el teniente coronel Blessón. Contaba con algo más de 3.000 efectivos, y una importante presencia de judíos y de republicanos españoles y judíos. Formaba parte de la 8ª división de infantería, y defendió los puentes sobre el río Aisne en el sector de Soissons, cubriendo luego la retirada del Sexto Ejército. El 16 de junio, sólo quedaban 180 combatientes defendiendo una barricada en Montereau, al norte de Yonne.
La 13 Semi-Brigada de la Legión Extranjera tenía 2.000 efectivos, la mitad de ellos españoles. El general Béthouart destacó elvaleroso comportamiento de esta unidad en la batalla de Narvik (Noruega), en la que más de 400 españoles murieron para desalojar a los alemanes de la cota 220, lo que permitió ocupar la ciudad y apresar a más de 300 enemigos. Sin embargo, fueron reembarcados para defender el suelo francés, pero quedaron en Reino Unido. El 30 de junio de 1940, fue la primera unidad en unirse a las Fuerzas Francesas Libres lideradas por el general De Gaulle, participando en numerosas batallas hasta el fin de la guerra.
Reflexión final
Se ha construido un relato histórico hegemónico, que señala tres causas para explicar el mal comportamiento de los ejércitos aliados: estrategia equivocada, doctrina anticuada y escasa moral de la tropa. Creo que esta última debe matizarse mucho. Los datos muestran que muchas unidades dieron la cara. Los franceses pueden sentir orgullo por la Resistencia y por las Fuerzas Francesas Libres, pero no deberían despreciar frívolamente a los soldados que libraron y perdieron la batalla de Francia, entre los que había muchos extranjeros que pagaron un elevado tributo de sangre. ¿Qué más se les podía pedir?
8 archivos adjuntos