El director de los astilleros de Navantia en la Ría de Ferrol, Rafael Suárez, condena enérgicamente la paralización que se ha producido este jueves en los astilleros, al impedirse la entrada a los trabajadores, por la huelga indefinida de la industria auxiliar convocada por un único sindicato.
El director considera que “es una grave irresponsabilidad que puede tener consecuencias muy negativas sobre la ejecución de los programas en marcha, algunos de ellos para clientes internacionales, y por tanto sobre el futuro de Navantia y sobre el empleo actual y futuro en la zona”.
Lamenta profundamente que en la mañana de este jueves los piquetes impidieran el acceso a su puesto de trabajo a la mayoría de los empleados de Navantia, que quería ejercer su derecho al trabajo.
Rafael Suárez destaca que ahora mismo hay programas de construcción en marcha, como el BAM o el AOR, donde el cumplimiento del plazo es esencial para clientes tan importante para Navantia como la Armada Española y Australia.
Igualmente advierte de las consecuencias en los programas de eólica marina, encargados por multinacionales que han confiado en Navantia y donde la competencia de los astilleros europeos es cada vez mayor, o en el negocio de reparaciones.
“Hoy se ha hecho un daño muy grande a la reputación de Navantia y a toda Ferrolterra”, valora el director de los astilleros, quien recuerda el momento crucial que atraviesa Navantia, y los enormes esfuerzos que debe hacer para ser más competitiva en un mercado global tan difícil.
En este contexto resulta fundamental el cumplimiento de los plazos, los compromisos adquiridos con los programas actuales y la confianza del cliente. Este mercado naval sigue en una situación muy difícil, con caída de la demanda y con nuevos astilleros muy competitivos en coste y plazo.
Es clave que las empresas del sector naval trabajen hacia la competitividad y la capacitación de los trabajadores orientadas a las necesidades actuales y futuras del mercado.
“Por eso la compañía está trabajando junto a la SEPI en un Plan Estratégico que requiere el esfuerzo de todos, y medidas como la de este jueves son muy negativas para la consecución del Plan, que es la única manera de asegurar la viabilidad de Navantia, y por tanto el empleo en esta comarca”, explica Rafael Suárez.
Reitera que instituciones, empresas, trabajadores y agentes sociales tienen la obligación de trabajar juntos para garantizar un futuro con la suficiente carga de trabajo. Para ello, hay que ofrecer a los clientes unos productos y servicios de calidad y competitivos, cumpliendo con los plazos y requerimientos de estos clientes nacionales e internacionales.
Por último, Rafael Suárez recalca que para ser competitivos, es esencial la colaboración de la Industria Auxiliar y la parte social, a todos los niveles, así como normalizar las relaciones laborales.