Julia Mª Dopico Vale.
Se cumple este otoño el centenario del fallecimiento de una mujer gallega singular, Fanny Garrido, coruñesa cuya educación, inteligencia y cultura la llevaron a convertirse en una pionera, rompedora y avanzada de su tiempo, destacándose por su obra literaria ( novela, ensayo, poesía…) y por su viva entrega a la cultura y el folklore del pueblo gallego en labor aún hoy no suficientemente conocida e imprescindiblemente recuperada en la charla-coloquio organizada por la Secretaría Xeral de Cultura y la Real Academia Gallega, de mano de la estudiosa Laura Touriñán y la periodista Isabel Bugallal.
Así nos aproximamos al semblante de la mujer y la artista en el momento clave en el que la mujer tiene oportunidad de ocupar su propio espacio en ámbitos antes reservados, adquiriendo el conocimiento de nuestras predecesoras el valor añadido de saber una realidad que no debe de ser olvidada justamente para no ser repetida y que pueda pronunciarse de una forma tan real como el hecho de Fanny fundando junto a la Pardo Bazán la “Sociedad del Folk-Lore Gallego” o figurando nuevamente como ella en la lista de socios de la “Academia Gallega”, esta vez con otros nombres de mujer como Filomena Dato, Joaquina Otaño, Matilde Frade o Francisca Fernández.
Esposa del compositor Marcial del Adalid, figura histórica musical de Galicia recuperada gracias a la ingente labor de la compositora e investigadora Margarita Soto, surgen de la fusión del talento de ambos las melodías “ Cantares viejos y nuevos de Galicia”, en los que él aporta la música y ella los versos que expresan la “melancolía, velada como nuestro cielo, quejosa como nuestros pinares y como el oleaje de nuestro mar”, compases que pudimos escuchar con el piano preciso y sensible de Alejo Amoedo y la nítida y cálida voz de la soprano Susana de Lorenzo. Melodías que expresan el sentir sin profanar del pueblo como “un arbusto lozano y natural”.