De Ferrol a Compostela. La ruta marítima del Camino Inglés

 

Juan J. Burgoa

El Camino Inglés era el itinerario a Compostela utilizado por los peregrinos del Norte de Europa, que preferían las rutas marítimas, un trayecto más rápido y económico que el camino terrestre, pese al peligro de los piratas y la amenaza de naufragios.

Aunque el Camino Inglés, ruta que llevaba a los peregrinos a los puertos del Golfo Ártabro, en especial Ferrol y A Coruña, no tuvo la importancia de otros caminos jacobeos, sirvió para que muchos viajeros evitasen su paso por las peligrosas vías terrestres del Camino Francés y Caminos del Norte, en plena guerra de la Reconquista.

Desde fines del siglo XI los intercambios comerciales originaron la creación de rutas marítimas que unían los puertos gallegos y cantábricos con la Europa Atlántica. Estas Rutas del Mar se utilizaron por los peregrinos de Inglaterra e Irlanda, y por los procedentes de puertos franceses, alemanes y escandinavos.

Los buques partían de Estocolmo en Suecia, Bergen en Noruega o Hamburgo en Alemania, creciendo luego en importancia los puertos del mar Báltico y de la Liga Hanseática. No obstante, la mayoría de los viajes a Compostela llegaba de Gran Bretaña, en especial de Bristol, Portsmouth y Dover en la costa sur y Harwich en la costa este, así como Galway en Irlanda, lugares de constantes relaciones comerciales con Galicia.

Los puertos gallegos más frecuentados Ferrol y A Coruña, seguidos de Ribadeo, Viveiro, Sada, Padrón y Noia. Al principio, el escaso tamaño de las naves propició la llegada a puertos como Burgo de Faro y Betanzos, que luego perderían su uso. La peregrinación, iniciada el siglo XII, aumentó durante los siglos siguientes debido al uso de naves de mayor porte y de instrumentos náuticos más modernos. También crecieron los viajes procedentes de Alemania y los Países Escandinavos.

Entre los siglos XII y XIV entraron en los puertos gallegos diversos buques camino de Tierra Santa, procedentes de Alemania, Inglaterra, Dinamarca y Noruega, visitando los viajeros cruzados la tumba de Santiago. A partir del siglo XIV crecieron los viajes de naves con peregrinos ingleses e irlandeses a bordo Este creciente número de peregrinos británicos, fue la causa del nombre tradicional de Camino Inglés.

Los primeros testimonios de llegada al puerto de la Cruz en Ferrol datan del siglo XII, citados en documentos de las Universidades de Oxford y Cambridge. Fue el caso de expediciones salidas de Portsmouth, Dover y Londres, desde la primera el año 1114 hasta la última el año 1397, todas ellas con paradas en diversos puertos atlánticos.

Las expediciones, de cuatro a seis naves, transportaban entre cincuenta y trescientos peregrinos, navegando juntas para protección de los piratas. Los viajeros entraban en la ría ferrolana, desembarcando tanto en Ferrol como en Neda, O Seixo y Mugardos, para incorporarse al Camino Inglés en diversos lugares antes de Pontedeume.

El declive de las rutas marítimas se registró a partir de la Reforma, que causó la división religiosa en Europa. La ruptura del rey inglés Enrique VIII con la Iglesia Católica el siglo XVI originó que los pueblos del norte de Europa de religión protestante dejasen de peregrinar a Compostela. A este declive contribuyó la actividad de los corsarios ingleses.

Pese a las diversas prohibiciones de viajar a Santiago, desde principios del siglo XVIII tuvo lugar un repunte de las peregrinaciones por mar. A partir del siglo XX fue perdiendo relevancia la ruta marítima, manteniéndose una pequeña contribución de la llegada de peregrinos por esta vía.

Gracias a su notable situación estratégica, las rías de A Coruña y Ferrol fueron las originarias de los dos ramales del actual Camino Inglés: el nacido en el puerto coruñés y el iniciado en puertos de la ría ferrolana, especialmente el desaparecido puerto medieval ferrolano de la Cruz. Ambos ramales se unían para continuar hacia Santiago de Compostela a la altura del Hospital de Bruma.

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