Enrique Barrera Beitia
La UDS (Unión Democrática de Soldados) fue un sindicato clandestino de soldados, fundado en 1975 por la Joven Guardia Roja, la organización juvenil del Partido del Trabajo de España (PTE). Tenía dos objetivos:
* Mejorar las condiciones de vida que la tropa soportaba en los acuartelamientos, como la mala calidad de las comidas, las novatadas o el ambiente violento provocado por algunos mandos.
* En caso de que los militares intentaran dar un golpe de estado contra el proceso de transición democrática, movilizar al mayor número posible de soldados para impedirlo.
Por lo tanto, la UDS no perseguía reproducir la revolución de los claveles de Portugal del 25 de abril de 1974, sino impedir que el ejército volviera a intervenir contra la Democracia. Cuando se produjo el intento de golpe de estado del 23-F de 1981, la UDS ya estaban disuelta, por lo que no pudo demostrar su finalidad.
Tuvo algunos logros, como mantener los pases de pernocta, con los que los soldados podían salir del cuartel los fines de semana, pero no alcanzó un gran calado entre la tropa, porque la mayoría prefería pasar de la mejor manera posible el servicio militar. Con todo, provocó nerviosismo entre la oficialidad, que tendía a sobrevalorar la influencia de las organizaciones clandestinas. Una parte creía que si ordenaban salir de los cuarteles para dar un golpe de estado, muchos soldados y oficiales se opondrían, y esta creencia rebajó los ánimos de oficiales potencialmente golpistas.
A partir de 1978 la UDS participó activamente en el nacimiento de ECCO (European Conference of Conscripts Organizations), una especie de sindicato europeo de soldados, que todavía existe, aunque sólo en Austria, Dinamarca y Grecia, que mantienen el servicio militar obligatorio.
En cada localidad, la UDS estaba dirigida por un militante de paisano. En Ferrol era Manuel Bellón Vilela y en 1976 ya estaba organizada, llegando a ser doce afiliados, todos ellos de Marina. Los que venían a Ferrol, tenían que acudir el último domingo de cada mes a la cafetería Oasis, en los Cantones, con una revista que empezara por la letra Q (había varias), y el responsable se acercaría con una contraseña.
En cierta ocasión, estaba Manuel Bellón Vilela en la cafetería con tres miembros de la UDS, cuando notaron que les observaba un señor de casi 60 años. Salieron y comprobaron perplejos que les seguía a todas partes. Días después supieron la razón. Desde Madrid ordenaron cambiar el lugar de encuentro, porque la policía había detenido a un dirigente, sin que este tuviera tiempo de destruir el libro de códigos. El individuo que les seguía con tan escasa profesionalidad, era un oficial del SIM (Servicio de Información Militar). En otra ocasión, se presentaron dos marinos de la base de A Graña, con «excesivos deseos» de ingresar en la UDS. Nadie les conocía y llegaron a la conclusión de que también trabajaban para el SIM, como posteriormente comprobaron.
Aunque sabían que estaban siendo vigilados, organizaron dos acciones de cierta importancia. La primera fue un plante por la mala calidad de la comida. Muchos soldados devolvieron el rancho, tanto en el cuartel de Dolores como en el Arsenal.
La segunda acción tuvo mucho más impacto. En 1977 se concentraron en los alrededores del Mercado Central y lanzaron por encima de la muralla gran cantidad de ejemplares de La Voz del Soldado, su periódico clandestino. Al día siguiente no dejaron salir a nadie y se redoblaron las guardias.
Aunque sin comparación posible con las primeras etapas de la dictadura franquista, la represión continuaba existiendo. Un afiliado ferrolano llamado Eulogio Varela, fue destinado a Colmenar para cumplir el servicio militar y la célula de su cuartel fue desarticulada, pasando un breve periodo de tiempo en prisión. José Luis Vergara Rey (posteriormente alcalde de Cedeira) fue detenido el 16 de noviembre de 1977 en la estación de ferrocarril de Barcelona con propaganda de la UDS. Estuvo tres meses en la Cárcel Modelo y seis más en el castillo de Figueres. A Manuel Bellón Vilela, le sustituyó Andrés Gómez, que fue detenido en 1978, ya en Democracia. El fiscal pidió 12 años de prisión y le impusieron seis meses.