De fiestas y conciertos

Carlos J. García.

Aunque con retraso, hoy he tenido la oportunidad y el placer de ver el vídeo que estaba previsto fuese el pregón de nuestras Fiestas Ferrolanas. Lo he visionado varias veces y he de felicitar a los autores. Es un vídeo muy logrado, muy bien montado y con mucho sentido. Trasmite optimismo y detalles de una ciudad hermosa, que lo es; una ciudad llena de contrastes, arte y ciencia y muy distinta de los tópicos acostumbrados. Por ponerle un pero, hay secuencias demasiado rápidas, al menos así ocurre cuando lo veo en mi PC. Insisto en mi felicitación y animo a que se sigan tomando iniciativas similares.

Otra cosa distinta es sí comparto la idea de que el pregón de las fiestas deba de ser tal vídeo. Opinar sobre lo que otros organizan y sobre todo si son fiestas, siempre es difícil y antes de nada, quiero agradecerles su trabajo. Los que hemos organizado eventos sabemos de lo complejo que es y la imposibilidad de contentar a todos; siempre habrá a quienes no les guste.

Mi intención no es estar en contra, ni criticar despreciativamente; todo lo contrario. Solo pretendo que se reflexione un poco sobre cual es el objetivo que tienen las Fiestas y especialmente las de Verano.

Los últimos años (bastantes) he tenido la percepción de que más que fiestas, tenemos unos días de conciertos más o menos atractivos, más o menos baratos y que prácticamente ahí acaba la cosa. No acabo de sentir que la calle, a pesar de las variadas actividades por barrios, viva un ambiente diferente al resto de los días del año. Solo las mañanas son distintas porque los bancos cierran antes.

Creo necesario que los responsables y los ciudadanos a través de los órganos de representación, le den una vuelta. Las fiestas de verano han de tener más de un objetivo; al igual que lo tiene el pregonero y al igual que lo tienen las distintas actividades. Nos falta algo, no sé si un santo, si un festivo o sí un acto de gran tradición que aporten sentido a las fiestas y desde luego, primordial, es necesario provocar que la calle las viva de manera continua y sean un atractivo para llenar la ciudad de personas.

Uno que ya solo peina la media docena de canas que le quedan, recuerda aquellas revistas que editaba el

comercio ferrolano, capitaneados por «Rafael y Vicente!”, «Taca”, «Almacenes Ola” y otros que provocaban colas para retirarlas e informarse, donde explicaban actividades de todo tipo, desde circo, teatro, zarzuelas, verbenas, conciertos, deportes varios, juegos florales y hasta la elección de la Reina de las Fiestas que presidia la mayoría de los actos. La ansiedad de tener la revista, demostraba la ilusión por las Fiestas que es lo que da la sensación nos falta. No se trata de repetir lo mismo de antaño ni nostalgia de ello (en todo caso de mi primera juventud) que los gustos y los tiempos cambian, pero creo que urge repensar para qué y cómo se consigue. Y para tal trabajo hace falta tiempo.
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