«El poeta es igual, allá arriba en la altura. Qué importan truenos, tempestad desatada…! Desterrado en el mundo, concluyó la aventura. Sus alas de gigante, no le valen de nada….» Son versos de Charles Baudelaire, el poeta maldito, hablando de los benditos poetas. De Homero a Dante, de Neruda a Goethe…bardos de palabras que saben renovarlas en infinitas formas, brindándoles vida y color, como nunca habían tenido, para ponerlas al servicio del arte.
También es el caso del poeta ferrolano Francisco Vila Fuentes, que presentará su nuevo libro «En las laderas del infinito» – 19 poemas de amor y una historia imaginaria- el 19 de mayo en la Galería Sargadelos de Ferrol, como también lo ha hecho recientemente en la Feria del Libro Juana Corsina, con su obra «Enterrar el viento», pronunciándose con fuerza dentro del generoso elenco de voces poéticas femeninas que pueblan la comarca. Juana: «espejo de un mundo que hace hablar, melodía de un instante, verso que lo habita, color que se esparce…»– .
Francisco Vilas, según nos expone Saxon Alasdair Grant en el prólogo de la nueva obra que pronto verá la luz «compone versos para volcar lo que siente…llenando un vaso con el agua limpia de la fantasía» y lo hace en estas Laderas del Infinito atravesando aspectos como los de una realidad insuficiente ( la realidad más real es simplemente una quimera), donde manan los anhelos- parte esencial del libro- buscando la «musa triple» partiendo de la mujer única o en la fantasía e ilusión en la vejez, a la sombra del irreparable paso del tiempo: «La verdad desagradable asoma: envejecer, morir, es el único argumento de la obra». Una obra que asoma interesante, lúcida, legítima… como las palabras que Pessoa dedicó en 1932 a António Botto y con las que Grant finaliza este prólogo: «Ama la Patria perdida con la devoción violenta de quien no podrá regresar a ella»…
Todo esto encontraremos en los versos de «En las laderas del Infinito» de Francisco Vila.