Los políticos tendrían que desplazarse a su trabajo como el resto de los ciudadanos: usando el transporte público o su propio coche, porque lo que está pasando en España no tiene justificación, hay coches oficiales para los políticos de todos los parlamentos tanto centrales como autonómicos, todos los gobiernos centrales y autonómicos, diputaciones y ayuntamientos, según datos de la intervención del Estado tenemos más de 22.500 coches oficiales: 864 corresponden a la Administración Central, 11.000 a ayuntamientos, 9.200 a comunidades autónomas, 1.200 a diputaciones y unos 300 a organismos supramunicipales, que nos cuestan al año 1.200 millones de euros.
Tenemos 22 veces más que en Estados Unidos, siendo que Estados Unidos tiene 6 veces nuestra población. Por lo tanto habrá que parar ese derroche y dejar coche oficial solo a aquellos cargos de alta responsabilidad por precaución y seguridad.
Andrés Sanjurjo Martínez