Abuelos felices, Santander, Bello Piñeiro-José Leyra

GUILLERMO LLORCA, ABUELO FELIZ

Dado que estamos en tiempo de celebración del insigne escritor español y universal Miguel de Cervantes, fallecido en 1616, del que nuestro apreciado artista Siro hablará el próximo día 21, en la Casa de Galicia de Madrid, sobre «Cervantes gallego?», un don Miguel que decia «El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho», algo que aplicaré a mi apreciado amigo, profesor, investigador, escritor, conferenciante, de coloquio fluido y revelador, todo un carácter y sobre todo viajero  impenitente, Guillermo Llorca, que junto con su esposa la escritora ferrolana, novelista, profesora, amante de la música, del arte en general, reflexiva, guapa, con elegancia propia, Ánxela Loureiro, se han desplazado estos días a la atractiva ciudad de Lima, a orillas del Océano Pacifico, con motivo de asistir al nacimiento de su nieto Leoy, retoño de su joven hija Iria casada con un profesional peruano y trabajando en la Universidad de dicho país.

Y como buenos jóvenes abuelos, no van a esperar al 26 de julio, declarado día internacional de los abuelos, para disfrutar de su bebé,  aspecto éste que ya lo están haciendo, en su nueva etapa de su primer nieto, añadiendo por nuestra parte, reflexión copiada que «nadie puede hacer por los niños lo que hacen sus abuelos. Los abuelos rocian polvo de estrellas en las vidas de los pequeños». Pues eso, a disfrutar y a recibir nuestra cariñosa enhorabuena.

VIA SANTANDER

En diferentes ocasiones he tenido la oportunidad de visitar la hermosa ciudad de Santander, la novia del mar…. que aunque no sea verano, me pone junto al latido vital de una ciudad abierta, pegada a la península de la Magdalena, o tomar un buen pescado asado en el Barrio Pesquero, o más fina vianda en la Sardina de Plata, o en el Chiqui, asomada a la mar, o enterarme de cómo será esa XXV edición de Artesantander, que se celebrará del 16/20 de julio próximo, en el palacio de Congresos y Exposiciones de la hermosa ciudad, o saber mucho más de la Catedral del Piano, iniciada allá por el 1974. con firme voluntad de perfección y ascendente trayectoria de ese atractivo Concurso Internacional de Piano Paloma O´Shea…

Aunque en realidad lo que me llevó a Santander, fue mi presencia en la también acogedora ciudad de Torrelavega, donde uno de mis sobrinos preferidos, Carlos Cristóbal Gómez-Arozamena, ferrolano emprendedor, tras licenciarse, ha preferido incorporarse como emprendedor al mundo de la hosteleria, abriendo o inaugurando el pasado jueves, día 7, su local de gasdtrobar, totalmente reformado y acondicionado, lleno de ideas renovadoras, «La venta de Baco», sita en la calle Santander 3, de dicha localidad, con presencia de algunos otros ferrolanos que para tal acto habíamos sido invitados, acto del  que ya les contaré, pues de entrada ya pude comprobar una magnifica selección de vinos, raciones de tostas de autor y la celebración de diferentes eventos musicales, como la actuación ya de entrada de «Los Zapata …. Casi nada!

DE  NEDA

Y estos días estamos viendo la señalización en distintos medios de comunicación de las efemérides de centenarios, y para los historiadores, ahí les dejo la del «veterano de Trafalgar», Jose Luaces y Lamas, nacido en la villa de Neda allá por el 14 de diciembre del 1876 y falleciendo en la ciudad de Buenos Aires.

Ya a los catorce años ingresaría en la Armada, siendo destinado al «Castilla», del cual tras 4 años después, sería trasladado al «Ligero», y más tarde al «Principe de Asturias», de 110 cañones. Conocida es la participación de éste en el combate de Trafalgar, donde ostentaba la insignia del Jefe de la Flota española.

Pues bien, el Cabo de Cañón Luaces, de Neda, se portaría allí como todo un héroe, sobre todo cuando el barco, en el que por cierto, hubo 41 muertos y 107 heridos graves, atacó a cuatro ingleses, de los que se deshizo de tres. Fue nombrado Alférez de Fragata por los merecimientos contraídos en el glorioso y memorable combate de Trafalgar.

BELLO PIÑEIRO/LEYRA DOMINGUEZ: EPISTOLARIOS INÉDITOS

Entre el teléfono, los ordenadores, el internet, el fax, el wasap.. y otros artilugios, se está perdiendo todo o casi todo, de esa llamada correspondencia epistolar. Hoy, salvo excepciones, nadie escribe cartas, nadie envía una misiva, nadie se molesta en sentarse a redactar unas lineas a un amigo, a un familiar, a un conocido…

Cabria recordar lo mucho que se escribía «antes»…. y mucha es la correspondencia que uno, particularmente, guarda. Y entre otras que podrían salir a la luz en diferentes episodios, inicio hoy la mantenida entre el Maestro de El Seijo, Felipe Bello Piñeiro, y el profesor, don José Leyra Dominguez, auténtica enciclopedia de arte viva, sentida y querida, como, a mi juicio, poco comprendida por algunos de sus contemporáneos, y que seria el más ferviente amigo y admirador del citado Maestro de O Seixo.

Cartas inéditas con marcada ortografía por parte de ambos, que posiblemente solamente tengan interés para los citados en ellas o por donde discurria el ambiente cultural y artístico, de aquellos tiempos, años 40 para adelante, en la ciudad departamental.

Y la primera de julio del 1943. «Querido amigo José Leyra: Recibimos su envío y carta. Si pudiera pasarse por aquí (Escuela Elemental del Trabajo) hoy o mañana, se lo agradecería infinito. Tengo que encomendarle un trabajo literario que es comentar la obra de Jesús Rodríguez Corredoira. La base informativa son varios periódicos españoles y extranjeros. Si puede, no deje de venir y se lo estimaremos profundamente. Le saluda muy cordialmente su amigo y servidor/ F. Bello Piñeiro»

Otra fechada en El Seijo, en marzo del 1946.  «Mi muy querido amigo Pepe Leira: Oí el otro día su conferencia por radio. Decirle que no me ha agradado que Vd. tuviera unas palabras amables y aún más que amables, de verdadero cariño, para mi, pues seria un acto de hipocresía deplorable. Me gustó que me recordase, y me gustó su elogio. Mis más rendidas gracias por su bondad.
Pero hay algo, que aún me gustó más, y fue la serenidad con que enfocó los problemas del Arte ferrolano. V. podrá continuar la historia de nuestro arte, historia que yo inicié con balbuceos muy semejantes a los de un «bebé». Tengo además que darle las gracias por otras cosas. Supe que V. y Manolo F. Barreiro han arreglado con el mayor cuidado las imperfecciones de mi artículo.
Sé de su éxito, en todos los conceptos, y por todo lo que ha ocurrido le felicito cordialmente. Un fuerte abrazo a Manolo F. Barreiros. Dígale que trabajo y que muy pronto iré a verle. Igualmente aprieto sus manos con las mias y las pongo sobre mi corazón. Muy Suyo. F. Bello Piñeiro».