“Cantaban los niños/ canciones ingenuas
de un algo que pasa/ y que nunca llega…”
A. Machado.
Muchas son las ventajas que ofrece la interpretación coral a los jóvenes estudiantes de música tanto de índole armónico como social y cultural. La educación del oído pasa sin duda por la práctica vocal, siendo la voz el instrumento inherente a nuestra propia naturaleza. Convivir y compartir la experiencia de cantar en conjunto, aprender melodías propias de nuestro acervo cultural y el de otras civilizaciones, aproximarse al mundo de los poetas y sus elegidas rimas para ser canción…resulta notablemente enriquecedor. Así lo entienden los profesores-directores de los distintos conservatorios de Galicia que acudieron al Auditorio ferrolano con sus alumnos cantores para celebrar un Certamen Coral Infantil en el que se interpretaron diversidad de temas que hicieron las delicias de ejecutantes y espectadores.
La iniciativa partió de los profesores del Conservatorio Xan Viaño contando con el apoyo de la concejalía de cultura de nuestra ciudad en la que se dieron cita el coro dirigido por Bruno Díaz González, la “Agrupación Musical de Goián”, que acompañó sus coloridas melodías con llamativas coreografías como la de Akai hana de Basilio Astulez aproximándonos a la delicada sensibilidad oriental. El “Coro del Conservatorio de Música de Santiago de Compostela” dirigido y acompañado por el piano de María Dios que inició su actuación con una preciosa nana para el mar de José Elberdin e incorporó la presencia de jóvenes intérpretes de violín, viola y clarinete. Del “Conservatorio Xoán Montes” de Lugo dirigidos por Henar Matesanz y acompañados al piano por Juan Ignacio Martínez escuchamos temas de la inolvidable banda sonora de Mary Poppins y otros que nos aproximaron a la selva del Rey León y para finalizar, los anfitriones del “Conservatorio Xan Viaño” de Ferrol acompañados al piano por Alexandra Pita y dirigidos por Catuxa Pita que además de interpretar algunos temas a tres voces, como el Agnus Dei de José Elberdin, lanzaron mensajes de profunda hondura.
Magnífica labor la de los directores y jóvenes músicos que disfrutaron de una calurosa acogida en la ciudad que más ama la canción.
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