En campaña electoral, y dentro de los programas gobierno, toda formación política que se precie, promete adelgazar la administración y suprimir las «puertas giratorias». En la última sesión de circo Fernández Moreda, don Salvador, se subió al tiovivo de «cesantes». Acomodado en su poltrona vio como paraba el artefacto y se bajaban compañeros de viaje: unos mareados y asqueados de su propia actuación, uno arrepentido solicito su ingreso en la orden de Los Cartujanos, otros eran conducidos por la Guardia Civil a la presencia del juez de turno para deponer como imputados y otros se aferraban al sillón en espera de destino. El cobrador de los «caballito», al que nadie pagaba, se acercó al señor Fernández y en tono ceremonioso le dijo: «don Salvador ya llegó su tique, si quiere en la próxima parada puede bajarse sin problema alguno». Él miro el importe y color del boleto: más de 60.000 €/año y color malva (no hay que trabajar, solo «ser»), leyó el destino: Asesor del Adjunto de la Valedora del Pueblo de Galicia. «Serán unas buenas vacaciones en espera de mejores tiempos» pensó.
El señor Salvador Fernández Moreda ha sido diputado a Cortes (sustituyó a Paco Vázquez en 1981) cargo que ejerció durante 15 años, pasando después al Senado y cesando en el año 2000. Durante este tiempo simultaneo sus cargos de prócer de la patria con las concejalías varias en el Concello de A Coruña (total 28 años) y en un esfuerzo de trabajo ímprobo durante seis años fue de manera omnipresente Presidente de la Diputación, cargo que, ya con menos carga de «trabajo oficial», retomó en el periodo 2003-2011, que complementó con sus puestos de consejero y miembro de la comisión delegada y más tarde vicepresidente primero de Caixa Galicia y sin solución de continuidad consejero de Novacaixagalicia a las que sin duda «asesoró» en su condición de Licenciado en Económicas en su brillante fusión y posterior batacazo.
Atrás quedan los primeros tiempos como jefe de gabinete del Conselleiro de Traballo de la Xunta preautonómica. Por su edad, 62 años, aún le queda cuerda para Rato, y la posibilidad de sustituir en su día, aunque no sea jurista, al longevo José Manuel Romay Beccaría que con más de 80 años continua en su puesto de Presidente del Consejo de Estado (6.500 €/mes de sueldo base) o al Presidente del Concello de Contas Gallego o del Tribunal de Cuentas Nacional, o de, o de… de algo. Lo más grave es… que ¡Todo es legal! Vale.