Esa es la pregunta que se hace el Partido popular mugardés ya que según señala «Desde que llegó al gobierno hemos tenido numerosos problemas con el alumbrado público como apagones que duran días e incluso semanas, o la tardanza en atender a los vecinos los cuales se quejan, y con razón, porque se tarda en repararlo».
Contrato con una empresa de Santiago
«Pues el problema es que nos hemos encontrado un contrato con una empresa realizado por el gobierno anterior, que solo viene un día a la semana, y en ese día atienden las incidencias que pueden, de ahí que se tarden 2-3 semanas en atender todas las reparaciones.
La razón de que solo vengan un día a la semana es que esta empresa es de Santiago y no salía a cuenta que viniese más días».
Reformar el pliego de condiciones
«Hemos tenido que reformar el pliego técnico– continúan señalando los populares- debido a las carencias del existente (preparado por el anterior gobierno), y esta semana se sacará a concurso, después de dos años, el mantenimiento del alumbrado público.
Es decir, intentamos solventar un problema heredado, y no como dicen los miembros del anterior gobierno que tienen la malsana costumbre de contar mentiras y andar diciendo que se cambió la gestión del alumbrado, que ahora se atiende en 24 horas, y que no se solventa porque no se quiere.
Pues señores, a día de hoy y hasta que entre la empresa que gane la licitación del contrato público al gobierno no lo queda otra que asumir los errores de la anterior corporación, lidiar con ellos, y asumir que tenemos un servicio deficitario.
La empresa que gane la licitación tendrá que realizar los servicios en 24 horas y habilitar un teléfono para incidencias para que los mugardeses puedan exponer sus quejas, a diferencia de lo que sucede actualmente.
Pensaba que esta página se dedicaba a informar, a contar noticias, pero viendo esto creo que me equivocaba. Lo único que se muestra es la opinión sesgada de una de las partes en conflicto. La página resulta ser más bien un blog de opinión del partido popular, camuflado con cierto aire de imparcialidad, aunque sólo en apariencia.