Nueva República de «Maspuyolada».

Juan Cardona

El documento aprobado por el parlamento catalán declara solemnemente abierto el proceso constituyente de creación de un nuevo estado, de una nueva república; e insta al Govern a cumplir exclusivamente aquellas normas o mandatos emanados del Parlament. Está claro que de esta forma deslegitima la totalidad de las leyes españolas y no reconoce por tanto al Tribunal Supremo al que expresamente manifiestan desobedecer.

Me pregunto, si respetarán la Declaración Universal de Derechos Humanos o los derechos y libertades, y demás principios básicos que caracterizan a un Estado de Derecho. Su preocupación se centra en la aprobación exprés de la ley de su Seguridad Social y de Hacienda Pública, únicas leyes que citan expresamente.

Con seguridad, tiempo al tiempo, regularán que las pensiones generadas con anterioridad al «procés constituent», serán una obligación del antiguo estado opresor, ya que es quien las ha reconocido, y por tanto le corresponderá pagarlas: no faltaría Más.

Con la nueva Ley de Hacienda Pública que se iniciará con un «començar de cap i de nou» declarará el dinero de los «Pujoles», Mas y compañía como «retorno patriótico de fondos», y como segunda medida legalizará el 3% sobre adjudicaciones, como un nuevo impuesto para preservar el bienestar de las familia fundadoras de la nueva república.

Ni palabra de los derechos de más de la mitad de los catalanes que se sienten, y son, españoles. Ni palabra sobre la nacionalidad, ni mentar la Comunidad Europea, ni de la creación de un ejército (creo que su modelo será resucitar a los almogávares o contratar mercenarios; eso sí, que hablen catalán), ni, ni… ¡Vamos una joya!  Nombran cinco veces la palabra democracia, concepto que no estaría de Más que repasasen los padres de la presunta nueva y quimérica república.