Apuntes, en sucio, del pasado pleno naronés

(J-M-Gutiérrez Soto)

«Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros» debió pensar el Alcalde en este último pleno pleno naronés.

Tras una semana con varios cruces de declaraciones entre gobierno y oposición sobre las ordenanzas fiscales, nada hacía pensar que en el pleno se resolviese la contienda zanjando de una vez por todas la discusión pecuniaria. Pero Villamar, que hasta ese momento no había destacado precisamente por díscolo, se desmarcó de las directrices dadas por Blanco y afirmó que no había prometido a bajar los impuestos y que los vecinos iban a pagar «más o menos lo mismo”. Ante tales declaraciones, me pregunto a qué se deben las quejas del grupo mixto sobre el reparto de tiempo en las intervenciones, pues cuando el gobierno se niega a sí mismo, poco o nada ha de añadir la posición.

Y es que este gobierno, cuando no se contradice, es porque calla como el caso del grupo socialista -¿existe?-, o porque se amolda a la lectura del argumentario de partido, como es el caso de la portavoz, teniente de alcalde, y quién sabe qué más avant la lettre.

Hasta tal punto llega de las diferencias al grupo de gobierno, otrora bloque inamovible en las votaciones, que para tumbar la moción bolivariana de Esquerda Unida sobre la cementera de Castro, TEGA requirió del apoyo del PP, que se irguió como salvaguarda de la legalidad ante la pasividad de los colegas de gobierno de Terra Galega. Quizás las indecisiones de gobierno sean debidas a que más de uno está más preocupado del confluir de las Mareas que de lo que lo que está pasando en el Concello.

Oposición

Pleno primero tras el éxodo de Miguel de Santiago, y en el Grupo Popular empieza atisbarse una mejoría. A diferencia de sus homólogos en Génova, los populares de Narón han entendido que la ciudadanía demandaba reformas y éstas no se han hecho esperar: la totalidad de los miembros del grupo intervinieron el pleno, diferenciándose de otros grupos que se limitaban a levantar la mano a la hora de votar. Llevaron al pleno una enmienda sobre las ordenanzas fiscales que el rodillo gubernamental se encargó de tumbar. Además, planteó dos mociones: La primera instaba el gobierno a que el 30% de las subvenciones deportivas fuesen adjudicadas de manera justa. Tal vez el lector considere un poco escasa esta cifra. No obstante, es casi cuatro veces superior a la que el grupo de gobierno encuentra tolerable (8%) y así lo hizo ver a sus votaciones. La segunda moción de los populares tenía como objeto que los vecinos afectados por la crisis del agua recibiesen un descuento en la factura de Cosma.
Para continuar con la costumbre de no mostrar interés alguno por los bolsillos de los naroneses, el grupo de gobierno denegó la moción.

Alfonso Casal continúa con su senda de meritorias intervenciones. Tal vez en ocasiones abrumado por las cuestiones técnicas que plantea. Pero en cualquier caso, irradia un interés tangible por mejorar el Concello.

Distintos derroteros lleva su compañero del grupo mixto, André Abeledo, que presentó una moción que refleja el cainismo sempiterno de la formación que lidera, más preocupados por derrocar a la Troika que por arreglar el bache de la calle lector.

Éste ha sido el último pleno previo a la campaña de las elecciones generales. Confiemos en el pleno del mes que viene el centro del debate sea Narón y no Madrid. Aunque viendo que algún grupo ya ha rehusado a hablar de Narón en este pleno, quién sabe.