El Ayuntamiento de Cedeira informó en la mañana de este lunes, día 19, de las obras de recuperación y puesta en valor de elementos arquitectónicos singulares como hórreos y fuentes en San Andrés de Teixido, el pintado de viviendas, la mejora de la accesibilidad y la construcción de nuevos puestos de venta acordes con el entorno.
Un paquete de actuaciones que nace del convenio de colaboración suscrito entre el alcalde, Luis Rubido, y la Agencia de Turismo de Galicia, y que viene precedido de encuentros entre el equipo de gobierno
municipal, representantes de la Xunta y de los propietarios de los puestos ubicados en el entorno del
santuario cedeirés.
Así las cosas, y en virtud de ese acuerdo, la Administración aporta el 100% de los cerca de 160.000 euros en los que están presupuestadas las intervenciones en marcha. El regidor explicó que los trabajos comenzaban hace unas semanas y se prevé qué concluyan en el primer trimestre del año.
«El objetivo –añadió el alcalde– es poner en valor este enclave único en Galicia, centro de peregrinaje, erradicando el feísmo y convertiendo el lugar en un ejemplo de la arquitectura gallega, potenciando al tiempo su poder turístico«.
Para eso, una de las actuaciones es la construcción de nuevos puestos de venta en base a un estudio previo arquitectónico firmado por Pablo Tomé y Óscar Alba, que permitirá homogeneizarlos y dotarlos de personalidad propia, teniendo muy presente su entorno. Quince en total, construidos en madera y piedra.
Asimismo, y tras llevar a cabo en una fase previa la mejora de las fachadas de una veintena de viviendas unifamiliares enclavadas en Teixido, los trabajos en curso incluyen el pintado de unos diez inmuebles y de unas siete edificaciones anexas. Intervención que completa la anterior y da unidad estética a la zona a partir de un estudio cromático en el que predominaron los colores blanca y terracota.
La recuperación de elementos singulares como los hórreos, muy presentes en Teixido, constituye otro de los puntos fuertes de la intervención. Así, se están a rehabilitar una decena de este tipo de edificaciones, con unas superficies que oscilan entre los seis y los veinticinco metros cuadrados.
Además, la actuación también permite recuperar la Fuente Mural del Lavadero. Una pieza de 1933 que se sometió a cometidos de limpieza, recuperación de su instalación hidráulica y acondicionamiento exterior. Por último, y entre los trabajos ya terminados, están las obras de accesibilidad. A través de las mismas, se construyeron nuevas escaleras de acceso al templo en la zona del atrio, se acondicionaron las barandillas y se mejoró la rampa de acceso.