El Rey don Juan Carlos dijo al embajador británico en España en 1983, Richard Parsons, que nuestro país no quería «realmente la devolución de Gibraltar en un futuro próximo», según revelan unos documentos desclasificados recientemente por el Foreign Office.
En una información publicada por el diario ‘Daily Telegraph’, en una reunión privada mantenida en Madrid en julio de 1983, el monarca transmitió al representante diplomático de Reino Unido que no era «del interés de España recuperar Gibraltar en un futuro próximo».
Según consta en los documentos desclasificados, Don Juan Carlos consideraba entonces que una posible recuperación de la soberanía sobre Gibraltar por parte de España conllevaría que el entonces rey de Marruecos, Hassan II, reactivara «inmediatamente su reclamación de Ceuta y Melilla».
El contenido de este encuentro privado se hizo público la semana pasada como parte de la desclasificación de miles de documentos procedentes de los Archivos Nacionales de Reino Unido una vez transcurridos 30 años.
MANTENER TRANQUILA A LA OPINIÓN PÚBLICA
Concretamente, en el despacho oficial que envió Parsons desde Madrid al entonces secretario del Foreign Office, Geoffrey Howe, se explicaba que el Rey hizo hincapié, como ya le había transmitido anteriormente, que las exigencias ante Londres sobre Gibraltar se hacían para «mantener tranquila a la opinión pública durante algún tiempo».
«Debe quedar claro en privado por parte de ambos gobiernos que España realmente no busca una solución temprana al problema de soberanía. Si España recuperara Gibraltar, el rey Hassan de Marruecos activaría inmediatamente su reclamación sobre Ceuta y Melilla», explicaba el despacho del embajador.
Es más, Parsons opinaba que los ministerios de Exteriores de España y Reino Unido debían llegar a un «entendimiento privado» con el objetivo de «diferenciar entre el objetivo real y los métodos usados para complacer a la opinión pública de ambos países» con respecto a este asunto.
Y además, en un segundo despacho enviado también ese mismo día, el embajador británico añadía que el Gobierno español había «empezado a entender» que el entonces principal objetivo de su política exterior, la entrada en la Comunidad Económica Europea, «podría naufragar en la Roca de Gibraltar».
(EUROPA PRESS)