Casimiro Vigodet y Garnica, nació el 7 de diciembre de 1787 en Ferrol y falleció en 1872. Almirante de la Armada, Ministro de Marina y poseedor del Toisón de Oro.
Ministro de Marina en el gabinete Pérez de Castro (1839). Fue Jefe del Departamento de Cádiz, Capitán general supernumerario de la Armada en 1858, cargo que obtuvo en propiedad más adelante, y se cambió por el de almirante al reorganizarse el Cuerpo en 1869. Presidente del Tribunal del Almirantazgo. También fue nombrado senador vitalicio en 1851.
Sentó plaza de Guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz el día seis de diciembre del año de 1799. Siendo alférez de fragata en el navío “San Ildefonso”, participó en el combate de Trafalgar, en el que fue hecho prisionero.
Tras diversos destinos y mandos, ascendió a capitán de navío el 1825.
En 1835 se le reclamó a Madrid, donde permaneció hasta el año de 1836 donde fue ascendido a brigadier.
Fue destinado como comandante de los Tercios Navales de Barcelona y de las fuerzas marítimas de estas costas, cargo que fue desempeñado hasta el día dieciséis de agosto de ese mismo año, por haber sido designado diputado a Cortes por la jurisdicción de A Coruña.
En el mes de septiembre del año 1836, se le otorgó el mando del Departamento de Cartagena, hasta el año 1839 en que se le ascendió a jefe de escuadra.
Fue designado secretario de Estado y del Despacho de Marina, Comercio y Ultramar, cargo al que renunció incluyendo en su notificación también el de comandante del departamento de Cartagena.
Llamado para la reforma de la Armada
En el año 1840 fue llamado a Madrid porque la reina Isabel II quería utilizar el celo y conocimiento de este general, por lo que se le otorgó el cargo de vocal del Consejo de Gobierno y Dirección de la Armada, para que de ella emanaran las reformas más convenientes para la Armada.
Al ser disuelto este Consejo, se le designó vocal del Tribunal Supremo de Guerra y Marina.
En el año 1844, se le encomienda la misión de estudiar los adelantos sufridos en la construcción naval, por lo que se traslada al Reino Unido donde ésta se encontraba a la cabeza del mundo.
De su aprobación en el año 1849, se construyeron en aquel país, los vapores de guerra “Colón”, “Pizarro” y “Cortés”, siéndole encargada la supervisión de su realización.
En este mismo año y por su gran labor realizada, se le ascendió a teniente general, siendo nombrado capitán general del Departamento de Cádiz.
Ministro de Marina
En el mes de mayo del año 1852, se le designó Ministro de Marina.
Al cesar en el ministerio se le ocupó en diversos destinos de la Administración central, entre otros, el de vicepresidente del Almirantazgo.
Posteriormente se le destinó como capitán general del Departamento de Cádiz.
En el mes de noviembre del año 1858 se le asciende a Capitán General supernumerario.
En el año 1866 se le otorga el empleo en propiedad.
En el año 1869 se reorganizó la Armada, entre otras cosas se cambió los grados de Generales a los de Almirantes, por lo que se le nombró Almirante que pasó a ser la máxima dignidad de la Armada.
Fue el último superviviente de los oficiales que participaron en el tristemente recordado combate de Trafalgar. Su cuerpo descansa en el panteón de marinos ilustres de San Fernando.
Gran favorecedor del Museo Naval. De cultísima reputación, mejoró en nuestro país las ciencias náuticas.
Era poseedor de muchísimas condecoraciones tanto españolas como extranjeras, entre otras: Placas y Grandes Cruces de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo; de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III; de la Real Orden Americana de Isabel la Católica; de la Orden del Mérito Naval con distintivo Rojo y el Collar del Toisón de Oro, además de ser Gentilhombre de Cámara con ejercicio.