Carlos Luis O’Donnell Joris nació en Ferrol el 22 de noviembre de 1801. Murió en 1835 en el campo de batalla. Fue el organizador de la caballería carlista por encargo del general Zumalacárregui.
Comenzó su carrera militar en el Arma de Infantería de la que más tarde pasó a Caballería.
Fue uno de los Generales más destacados de la Primera Guerra Carlista. Era jefe de escuadrón de la Guardia Real cuando Don Carlos V llamó a las armas a sus partidarios. Con objeto de reunirse con el pretendiente, marchó a Francia en la unión de otros muchos oficiales de la Guardia Real que no querían servir a la reina viuda.
Carlos O’Donnell fue recibido con los brazos abiertos, pues se le tenía por uno de los oficiales más distinguidos del Arma de Caballería. Zumalacárregui le encargó que organizara la caballería carlista, misión que aceptó y en la que demostró sus dotes de caudillo. A poco de llegar al campo carlista, Carlos O’Donnell fue ascendido a mariscal de campo de las filas carlistas.
Uno de los más brillantes responsables de la caballería carlista fue Carlos O’Donell. Henningsen afirma que hasta su llegada los Lanceros de Navarra eran «casi tan indisciplinados e ignorantes de todas las evoluciones militares como una horda de beduinos«. Sin embargo cuando O’Donell murió, en mayo de 1835, este regimiento estaba perfectamente equipado y disciplinado y tan capaz de maniobrar como el mejor del ejército de la reina.
Ganó una Cruz Laureada en 1823 en la acción de Bocacara (Salamanca).
En mayo de 1835 Carlos O´Donnell fallecía en el campo de batalla delante de los muros de Pamplona tras vencer en un combate decisivo:
«Ganó Zumalacárregui, si se mira tan sólo a la conquista de la posición y a los cien prisioneros que hizo; pero la jornada le fue desfavorable en otro respecto, porque perdió al jefe y organizador de su caballería, D. Carlos O’Donnell. Viéndole moribundo, dijo: «Pérdida irreparable. Valía él mucho más que todo lo que hemos ganado en este encuentro«. Fragmento de obra de Benito Pérez Galdós, Zumalacárregui, Capítulo XXVII.