La portavoz y diputada de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, ve el bipartidismo como una habitación en la que el aire está «viciado» y si no se abren las ventanas para dejar entrar nuevas corrientes «nos ahogamos». «Hay que abrir las ventanas y ya veremos si nos constipamos o no, pero si no las abrimos nos ahogamos«, ha sostenido.
La líder de UPyD se ha mostrado convencida de que el fin del bipartidismo está «a la vuelta de la esquina» y «se abre paso una nueva concepción de la política» que dará paso a nuevas formaciones que acaben con la alternancia de socialistas y ‘populares’ en el poder.
A su juicio, la gente «ya no tiene miedo al cambio» porque es consciente de los responsables de la situación en la que se encuentra España y se ha dado cuenta de que no tiene por qué seguir votando «permanentemente» a «quien ya le ha defraudado«, en alusión tanto a PP como PSOE.
«La gente lo que quiere es abrir las ventanas, que entre el aire y luego ya verá si le gusta más el aire nuevo o el otro. Pero de momento el aire que hay está viciado«, ha insistido reconociendo que en España «los cambios tardan mucho en cuajar» pero que «una vez que cuajan no tienen vuelta atrás».
Según ha explicado, el bipartidismo aún tiene «la esperanza» de que la situación económica mejore, «la gente se olvide» y mantener su liderazgo. Pero a su juicio se trata de «una esperanza baldía» porque el cambio ya no tiene freno. Según ha concedido, si la crisis remite «un poquito», quizá los dos grandes partidos «salven algunos muebles», mientras que si mantiene su nivel de gravedad actual el cambio será «más radical y más profundo».
Rosa Díez ve a los votantes de UPyD como personas «muy reivindicativas, de libre albedrío» y que «analiza antes de votar y elegir», además de muchos jóvenes que no han votado nunca antes. Sin embargo, ha reconocido que hay un sector de la población que no conoce aún sus propuestas.
Por ello, ha presentado a la formación magenta como un partido «institucional» que quiere cambiar las cosas «desde dentro». «No nos vestimos de nada ni montamos números, somos muy institucionales«, ha explicado sobre su papel en el actual panorama político.
Y aunque ha insistido en que UPyD nació en 2007 con el ánimo de convertirse en una alternativa, ha reconocido que antes pasará por ser un partido «clave» para la formación de los próximos gobiernos y «determinante» para elegir qué partido se pone al frente del país.
«No creo que en España se produzca un vuelco en el sentido de colocarnos como partido que gana las elecciones. Sería muy extraño y tendrían que ocurrir muchas cosas –ha asumido–. Lo probable es que seamos un partido determinante para el Gobierno y, antes que eso, para muchas comunidades autónomas y ayuntamientos».
Bisagra un paso intermedio, no el objetivo
Sin embargo, ha dejado claro que el objetivo de UPyD no es ser «bisagra» sino convertirse en una alternativa a socialistas y ‘populares, aunque «a alguien le pueda parecer utópico«. «Es un paso intermedio, pero no es el objetivo», ha dejado claro.
En este escenario, ha insistido en que la formación basará los pactos en el contenido de los acuerdos, en los que no renunciará a sus señas de identidad como son la regeneración democrática y la estructura del Estado, ya que a su juicio son las dos cuestiones que «lastran» el crecimiento de España y su capacidad para «competir» en el extranjero.
Estas dos exigencias afectan a aspectos claves como la estructura institucional, la independencia de los órganos constitucionales, reformas electorales, fusión de municipios, supresión de municipios o separación de poderes, aplicables a la administración del Estado o las administraciones municipales y autonómicas.
Rosa Díez ha puesto como ejemplo el caso de Asturias, donde el voto de UPyD fue determinante para la configuración del Gobierno, finalmente liderado por el socialista Javier Fernández. Según ha recordado, «gracias» a su influencia se avanzó en aspectos como la creación de una Comisión de Investigación del ‘caso Marea‘ o el estudio de una reforma de la ley electoral.
UPyD, preparada para gobernar
En este contexto, pese a ser realista sobre las aspiraciones de UPyD, ha asegurado que la formación está preparada para poder acceder a la presidencia del Gobierno. Para ello cree que no es sólo necesaria una persona que encabece la alternativa, sino también un compromiso, el programa y el equipo que la acompaña.
«Un buen equipo, al margen de quien esté a la cabeza, con un compromiso serio, una responsabilidad asumida y una ambición de país puede hacerlo muchísimo mejor de lo que lo están haciendo ahora. Eso hace falta en España y creo que en UPyD podemos hacerlo», ha asumido.