La organización logró un empleo a 13.318 personas, la mayoría mujeres de entre 36 y 45 años y de bajo nivel formativo.
Sus planes de empleo son cinco veces más eficaces que los de la oficina pública de empleo.
En esta época de crisis, toda ayuda es poca. Este jueves España ha superado los 6 millones de parados, una alarmante situación económica que parece no tener fin. Mientras el paro sigue su escalada, Cáritas aporta su granito de arena ayudando a personas a encontrar un trabajo.
El año pasado, esta organización consiguió que 13.318 participantes logaran acceder a un puesto de trabajo a través de los servicios de empleo de Cáritas. Esta cifra supone 170 inserciones más que el año anterior, es decir, un 16% más respecto a 2010.
Las medidas para el empleo de Cáritas son mucho más eficaces que las del Ministerio de Empleo. Si se divide el presupuesto total de Cáritas entre el número de personas a las que ha encontrado trabajo (13.100 personas) tenemos que cada caso favorable le cuesta a Cáritas sobre los 2.000 euros. En cambio, para las oficinas de empleo, teniendo en cuenta el número de personas que logran colocar (unas 150.000), el coste medio es de de 11.000 euros. Las diferencias en cuanto a la eficacia y la gestión de los recursos son considerables.
[pullquote]Las mujeres de mediana edad son la cara del paro [/pullquote]Las mujeres, tanto españolas como inmigrantes, de entre 36 y 45 años y con un bajo nivel formativo son el perfil predominante entre las 81.613 personas atendidas a lo largo de 2012 por Cáritas.
De las cerca de 82.000 personas que durante el pasado año participaron en las acciones de empleo y formación de Cáritas, el 67 por ciento son mujeres, frente al 33 por ciento de hombres y destaca la tendencia de incremento del número de españoles atendidos, un 48 por ciento, con lo que se equiparan prácticamente al porcentaje de personas de origen extranjero.
El coordinador del Equipo de Promoción de Derechos y Economía Solidaria de Cáritas, Félix Miguel Sánchez, ha destacado durante la presentación de la Memoria que el 63 por ciento de las personas atendidas no supera el nivel de enseñanza secundaria obligatoria, aunque ha subrayado que se ha producido un incremento en el nivel formativo de los participantes.