Sr. Director: El diario digital gallego Praza Pública publica una entrevista con el actorManuel Manquiña, protagonista entre otros filmes de Airbag, con motivo de su último trabajo en el teatro. Buena parte de la entrevista versa sobre las opiniones políticas de Manquiña y en ella destacan las respuestas del actor gallego, radicalmente apartadas de lo políticamente correcto. Entre otras cosas, el intérprete habla contra el nacionalismo y las imposiciones lingüísticas, y también contra elacoso a los políticos, como califica los «escraches» corrigiendo al periodista cuando éste le pregunta sobre ello.
Sobre la gestión del PP y la respuesta en la calle, Manquiña afirma que «hay una tendencia excesiva a criticar al poder político cuando está en manos de la derecha», y que se es «más tolerante» cuando cae en manos de la izquierda y el nacionalismo. «No puede ser. Los dos son igual de criticables», dice el gallego, que denuncia que «hay un prejuicio constante contra el capital y la derecha que, en definitiva, nos perjudica». «No recuerdo que en tiempos de Zapatero hubiese una especial protesta. ¿Los desahucios? Se producían y no existía ningún tipo de plataforma», dice.
Manquiña critica duramente el acoso a los políticos, como califica los actos de los antidesahucios: «Son ellos los que tienen el comportamiento fascista, de terror, de acoso. Le prenden fuego a una puerta sabiendo que hay niños al otro lado. Procuran emplear el terror de la gente para que modifiquen su creencia política. Van a tu casa, te persiguen y gritan: «Aquí vive el gilipollas este que no sé qué». Es decir, modifican tu postura yendo a tu casa a gritar, es acoso que busca modificar tu libertad mediante el terror. Es acoso.»
También lamenta la coacción durante las huelgas y la actuación de los sindicatos. «Emplean el pánico y el terror. Y cualquiera que les haga frente, ya es un facha. Y eso, en España, no se perdona. No se perdona que contestes«.
En este contexto llega la pregunta, y la respuesta, más jugosa de la entrevista. El periodista le dice que si ponen su nombre en el buscador Google aparece la palabra facha o derechas. «¿Le gusta lo que dice Google de usted a primera vista?», le dice. Manquiña contesta: «Pues casi voy a decir que es una honra. Si no te llaman facha en este país, no eres nada. Si te llaman facha es porque te manifiestas, porque dices las cosas que no quieren escuchar muchos y que tampoco debes decir».
La misma claridad la emplea al hablar del nacionalismo y la lengua. El entrevistador le recuerda una frase que dijo hace años en otro periódico: «Galicia es muy bilingüe, por mucho que joda». A pesar de la intención del entrevistador, Manquiña no se retracta. Dice que él cree «en la libertad de la gente por encima de las libertades de los lugares y las patrias». Para él «no existen las culturas colectivas, no existe el pueblo, un pueblo no es superior al individuo«. En este sentido, insiste en que defiende «la libertad del individuo, no en el bilingüismo ni en el trilingüismo» y lamenta que lo primero que hacen los nacionalismos es «homogeneizar el comportamiento de la gente». «Por eso los nacionalismos son enemigos absolutos de la libertad. Hablan de la libertad de un pueblo o de un territorio. Para mí un territorio y un pueblo no son nada. Lo que importa es el individuo«.».
Mercedes-22 de marzo de 2013