No hubo sorpresas en el X Congreso Confederal de CC.OO., el ferrolano Ignacio Fernández Toxo fue reelegido la noche del viernes, secretario general del sindicato tras recibir el apoyo del 85,6% de los delegados acreditados para este evento, que se celebra hasta mañana en la sede de CC.OO en Madrid. Por su parte, la lista para la Comisión Ejecutiva liderada por Toxo concitó el respaldo del 90,5% de los delegados. En concreto, Toxo recibió 626 votos favorables de un total de 731 emitidos, 98 votos en blanco y siete votos nulos.
Éste será el segundo mandato para Ignacio Fernández Toxo después de haber vencido hace cuatro años a José María Fidalgo por 28 votos de diferencia, en un momento en el que el sindicato estaba dividido en varias corrientes internas.
Sin embargo, Toxo se aseguró cierta estabilidad en su primer mandato al lograr integrar en su Ejecutiva a todas ellas. En esta ocasión, el dirigente sindical competía en solitario por la Secretaría General, por lo que su reelección estaba ‘más que cantada’. En CC.OO., el máximo son tres mandatos (dos ordinarios y uno de carácter extraordinario).
Renovación y proximidad
Además de la lucha contra la crisis, Toxo se marcó como objetivo para este nueva etapa al frente de la organización la renovación del sindicato para fortalecerlo y hacerlo más próximo a los ciudadanos.
Toxo sabe que a los sindicatos les han llovido las críticas por su actuación durante la crisis y quiere que la sociedad deje de percibir a su organización como parte del problema y sí de la solución. «El problema no es cómo nos vemos, sino cómo nos ven», ha sido una de las frases más significativas que pronunció el ya reelegido secretario general de CC.OO. en este Congreso.
Durante el balance de gestión que realizó en la primera jornada del Congreso, Toxo hizo autocrítica desde el primer momento, partiendo de la premisa de que, al margen de lo que consideró una campaña «brutal» de desprestigio contra los sindicatos, «hay cosas que pasan porque se hacen mal».
En este sentido, mostró su intención de lograr un sindicato más independiente económicamente y más transparente, en el que los representantes sindicales tengan un comportamiento «ejemplar». «Cada euro público debe tener explicación», apuntó.
Toxo es consciente de que el sindicato se encuentra ante un «serio problema de imagen» y que afronta el reto de «depender esencialmente de sus ingresos de cuotas». Eso sí, no ha pasado por alto que la pérdida de empleo y los recortes salariales están llevando a muchos afiliados a elegir «entre pagar la cuota o la barra de pan».
Por otro lado, insistió en la necesidad de reducir las «superestructuras» del sindicato para dedicar sus recursos en las vertientes más necesarias en las que trabaja, especialmente en la del empleo de los jóvenes.
Así, la Comisión Ejecutiva del sindicato se ha reducido de 43 a 14 miembros, incluido el secretario general, mientras que el Consejo Confederal, máximo órgano entre congresos, pasará de tener 200 miembros a un total de 174, según lo aprobado en este X Congreso.
Asimismo, recalcó que el sindicato debe ser más próximo a los trabajadores, tener más implantación en la empresa, y tratar de acercarse a colectivos que se encuentran fuera del mercado laboral, como los jóvenes desempleados y los pensionistas.