El rotativo asegura ahora que el Gobierno hizo lo correcto.
El diario estadounidense «The Wall Street Journal», tradicionalmente crítico con la política económica de Mariano Rajoy, ha cambiado su tradicional actitud de «castigo» sobre todo lo que hace el Gobierno. El rotativo considera ahora que el «éxito» de la subasta de deuda de este jueves confirma que España está recuperando la confianza de los inversores y «justifica su decisión» de no solicitar el rescate al Banco Central Europeo (BCE) y su plan de compra de deuda soberana en el mercado secundario. No obstante, aclara que sin el compromiso del presidente del banco central, Mario Draghi, contra la crisis de deuda, el interés del bono español a 10 años no habría caído por debajo del 5%.
El rotativo subraya además que España ha realizado importantes avances para abordar su crisis de déficit y deuda pública. «Madrid estima que habrá recortado su déficit un 2,5% del PIB en 2012 frente a una profunda recesión y espera conseguir una reducción similar este año, con el 60% de los ajustes provenientes de recortes del gasto y la eliminación de 230.000 empleos en el sector público por el momento», asegura el diario norteamericano.
En el mismo artículo, titulado «El miedo de España genera ganancias» y firmado por Simon Nixon, el periódico económico estadounidense valora la reforma laboral del Ejecutivo de Mariano Rajoy, que ha contribuido a «romper el vínculo entre salarios e inflación», y destaca que el sector bancario está «siendo recapitalizado y reestructurado», detalla, aunque lamenta su elevada dependencia del BCE. Aunque una subasta de bonos con «éxito» no significa que los problemas de España «estén superados», cree que Madrid puede «sentir cierto alivio» por el renovado apoyo de los inversores extranjeros, que han adquirido un neto de 22.500 millones de euros en bonos españoles desde el pasado mes de agosto.
«The Wall Street Journal» estima que ahora los mayores riesgos no están en la economía nacional, sino en otras partes de la zona euro, calificada como un «mal vecindario». «Los pasos en falso en Francia, Italia y Chipre todavía podrían destruir los esfuerzos de España», advierte el rotativo.