Wert cede para llegar a un acuerdo.
Wert dice que las universidades que quieran no diferenciarse ni afinar los procedimientos de acceso a ellas pueden hacerlo, incluso la ley permite las pruebas realizadas por otras universidades.
Incluye en la prueba de evaluación final de la ESO y Bachillerato el examen de lengua cooficial y literatura.
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha resaltado este miércoles, ante la oposición de Asturias y Andalucía a la celebración de pruebas específicas por las universidades al considerar suficiente la evaluación al final del Bachillerato, que se trata de un procedimiento «potestativo» y, por tanto, no están obligadas.
«Quien considere que no le interesa diferenciarse ni afinar los procedimientos de admisión de alumnos está perfectamente habilitado por la ley para no hacerlo», ha apuntado el ministro, añadiendo que, a su juicio, «uno de los elementos que le falta al sistema universitario actual es la capacidad de diferenciación interna».
Según el borrador, el Gobierno establecerá la normativa básica que permita a las universidades fijar los procedimientos de admisión a las enseñanzas universitarias oficiales de grado de alumnos que hayan obtenido el título de Bachillerato (tras aprobar la evaluación final del ciclo). Asimismo, estos procedimientos no podrán ser discriminatorios y tendrán que respetar los principios de igualdad, mérito y capacidad.
Entre los criterios de valoración de los aspirantes por parte de las universidades, se encuentra la calificación final de Bachillerato, la modalidad y materias cursadas en este ciclo o de la evaluación final, la formación académica o profesional complementaria o estudios superiores cursados con anterioridad.
El texto indica que «de forma excepcional» las universidades podrán establecer evaluaciones específicas de conocimientos o competencias. En estos casos, los requisitos no podrán superar el 40 por ciento de la ponderación, ya que la calificación final del Bachillerato tendrá que tener un valor, como mínimo, del 60 por ciento. La admisión a las enseñanza universitarias para las que no se establezcan unos criterios o procedimientos concretos vendrá determinada exclusivamente por la calificación obtenida en Bachillerato.
TRATAMIENTO DE LENGUAS COOFICIALES
Además, el ministro ha negado que su departamento haya cambiado su postura sobre el tratamiento de las lenguas cooficiales en el anteproyecto de Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), sino que ha incluido dentro de las pruebas de evaluación del final de la ESO y Bachillerato el examen de Lengua cooficial y Literatura porque era un asunto que «no había quedado bien resuelto» en el borrador.
«Evidentemente el verbo ‘recular’ es un verbo cargado de connotación negativa. Si ‘recular’ quiere decir cambiar la posición para retrotraerse, no. Lo que ha hecho este ministerio ha sido recoger una situación sobre las lenguas cooficiales en las pruebas de evaluación que había quedado mal resuelto desde el punto de vista técnico, que era preciso dar claridad. Eso no es recular», ha afirmado el titular de Educación, tras presidir la Conferencia General de Política Universitaria.
Asimismo, ha insistido en que «no responde a la verdad» que el borrador de la ley «impida el modelo de enseñanza en catalán», tal y como ha denunciado la Generalitat, sino que «establece límites», atendiendo a la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Constitucional. Según ha recordado, ambas instituciones sentenciaron que la utilización de las lenguas cooficiales en la enseñanza no podían ser utilizadas en una proporción superior al castellano.
El ministro ha dicho sobre el plante este miércoles del secretario de Universidades e Investigación de la Generalitat de Cataluña, Antoni Castellà, que lo valora «como cualquier otra ausencia, negativamente» y ha señalado que éste le ha dirigido una carta en la que explica de una forma «correcta y argumentada» los motivos por los que no se ha presentado a la reunión de este miércoles, que coinciden con los de la consellera de Enseñanza catalana, Irene Rigau.
Wert ha celebrado el «consenso» generalizado entre los responsables autonómicos en materia universitaria sobre aquellos aspectos de la LOMCE que tienen que ver con los procesos de admisión de los alumnos en las universidades públicas y el tratamiento de las enseñanzas artísticas superiores, que tendrán equivalencia al grado universitario, «a todos los efectos».