El plan maestro- ( Gabriel Elorriaga F. )

 Gabriel Elorriaga F.-Ex diputado y ex senador

Para mí la primavera se identifica con la música de Vivaldi y la pintura de Botticelli. Por ello me llamó la atención poderosamente ver reproducido el famoso cuadro de La primavera de Botticelli entre tantas referencias mitológicas, académicas y astrológicas que rellenan un volumen de casi 500 páginas: “El plan maestro” de Javier Sierra. El autor escribe sobre el viento más poderoso que generan los humanos y que evoca ecos del mensaje pictórico que cuelga de la Galería Uffizi de Florencia.

En una primera versión la diosa Venus que preside el cuadro lleva ornamentos vegetales en torno a su cabeza. Pero en la segunda versión, según Javier Sierra, lleva dos pulmones humanos en torno a su divina cabeza. No dos pulmones actuales, quizá radiografiados, sino dos pulmones de una época diseccionados para un estudio anatómico. Nada poético se le ocurrió al prosaico Javier Sierra. Aquellos pulmones humanos recién separados de un cadáver es la descripción más macabra de todo el libro actuando como aureola tétrica de la primavera.

La más extraña primavera que nosotros vivimos hoy en nuestra larga vida es la organizada por Donald Trump, personaje orejudo que no siembra flores sino aranceles. Él sí podría adornar su cabeza con sus propias orejas para abarcar una primavera inquietante entre aranceles amenazados y pautas tranquilizadoras. El tira y afloja de Trump es más propio para adornarse con dos orejas que la primavera de Botticelli.

Los pulmones que Javier Sierra ve en torno a la cabeza de Venus estarían más propios en torno a la cabeza de Trump. Pero cuando Sierra escribió “El plan maestro”, el maestro del caos aún no había recuperado el poder. “El plan maestro” que nos traza Trump con sus orejas calientes de tanto teléfono podría mantener viva toda la turbulencia provocada por él mismo. El tiempo y las negociaciones dirán si esta forma de gobernar ha traído más paz al mundo o no lo ha conseguido.