La Consellería de Sanidade ha recordado la necesidad de mantener precauciones a la hora de consumir setas silvestres para evitar posibles intoxicaciones alimenticias pues como ha recordado, si bien existen especies comestibles muy apreciadas también hay otras muy tóxicas que pueden llegar a ser mortales.
Así lo ha indicado el departamento autonómico en un comunicado, en el que ha informado de que en el apartado de Innovación e Xestión da Saúde Pública de la página web del Servizo Galego de Saúde –www.sergas.es– se ofrece información a los ciudadanos sobre cómo prevenir las intoxicaciones.
En este sentido, Sanidade ha explicado que ante la duda a la hora de identificar una seta es mejor no recogerla. Por lo tanto, ha recomendado a las personas inexpertas recoger setas acompañadas de un experto o consultar con alguno antes de consumirlas.
Además, ha indicado que no se deben mezclar especies en una misma cesta; no se debe recogerlas tras días de grandes lluvias ya que pueden modificar sus características; así como tampoco transportarlas en recipientes cerrados pues pueden fermentar.
Las setas recogidas deben consumirse lo más pronto posible, no en grandes cantidades –debido a su alto contenido en celulosa, en general las hace indigestas– y siempre cocinadas. Asimismo, se debe guardar un ejemplar en el frigorífico ya que puede ser de utilidad para los médicos en caso de intoxicación.
Síntomas de intoxicación
Las intoxicaciones por setas pueden presentar cuadros muy variados, pero se pueden distinguir dos grupos generales. En el primero de ellos, entre tres y cuatro horas después de comer aparecen síntomas de carácter digestivo como nauseas, vómitos o diarrea, así como alternaciones nerviosas. Por lo general suelen ser de escasa gravedad y pocas veces ponen en peligro la vida de las personas afectadas.
Por otra parte, en el segundo grupo los síntomas aparecen tras ocho o diez horas –incluso días– después de comer las setas y son similares a los anteriores, pero pueden resultar gravemente dañados los riñones y el hígado con una gran afectación del estado general de la persona. Estas intoxicaciones sí pueden causar la muerte.