El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Fernando García Sánchez, alertó el pasado lunes del riesgo de que las Fuerzas Armadas se conviertan en una organización “frágil y hueca” si continúan las restricciones presupuestarias
En su comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso, el JEMAD indicó que los presupuestos del departamento para 2013 son unos presupuestos “difíciles y duros” y que demuestran que, una vez más, las Fuerzas Armadas siguen dando muestra de “sacrificio, de austeridad y coherencia”, aunque incidió en el riesgo de perder capacidades operativas si continúan los recortes.
El almirante señaló que la reducción del capítulo del presupuesto para gastos corrientes, es decir, el “día a día” de las Fuerzas Armadas, había sido del 15,38 por ciento, lo que influye ya directamente en el grado de adiestramiento de las unidades que no participan en operaciones internacionales, puesto que la prioridad es garantizar la seguridad y operatividad de las tropas que despliegan en el exterior.
Asimismo, dio aviso de que, si persiste la situación de reducción presupuestaria, podría ser “inviable” la recuperación de unidades y materiales que se tuvieron que dar de baja temporalmente por falta de recursos para mantenerlos operativos, como es el caso del portaviones Príncipe de Asturias –en situación de baja disponibilidad– o el 50 por ciento de los blindados y acorazados del Ejército.
No obstante, aseguró que, en este momento, las Fuerzas Armadas pueden mantener las “capacidades básicas” de la defensa nacional.
La UME, sin capacidad operativa final para riesgos NBQ
El JEMAD también se refirió al presupuesto destinado a la Unidad Militar de Emergencias, del que indicó que le permitirá mantener el nivel de operatividad y disponibilidad en 2013.
Además, explicó que se contemplan la adopción de “dotaciones excepcionales” para hacer frente a situaciones operativas “excesivas o superiores a la norma”, como la ocurrida este verano con los incendios.
Sin embargo, sí habrá un apartado en el que la UME se resienta de la reducción presupuestaria, y es en el de la consecución de la Capacidad Operativa Final ante riesgos Nucleares, Biológicos, Químicos y Radiológicos (NBQR), que se verá retrasada debido a la imposibilidad de adquirir ciertos sistemas y vehículos necesarios para alcanzarla.