Música y «ártabros»

Julia M.ª Dopico Vale

Cuenta la leyenda que los ártabros son los descendientes del primogénito de Breogán, Artai, cuya tribu se expandió por el noroeste de la antigua Gallaecia, extendiéndose sus territorios entre los márgenes de las rías de A Coruña y Ferrol hasta Fisterra, na Costa da Morte, el “punto más occidental del mundo conocido”. Son por tanto “los del Norte”, navegantes de los océanos con sus barcas de mimbre y adoradores de Cossu, el dios protector de los guerreros del Portus Magnus Artabrorum.

A miles de años vista y siguiendo esta atlántica inspiración, los «ártabros» se han convertido en noticieros árticos que mantienen vivo el pulso de la ciudad agrupados en torno a Galicia Ártabra Digital que acaba de celebrar su primaveral aniversario concediendo premios a entidades, asociaciones y ciudadanos que se distinguen por sus actividades en beneficio de Ferrolterra en un acto en el que no faltó la buena música de mano del excelente pianista Alejo Amoedo, quien interpretó las versiones pianísticas del lied-romanza Casi cien acrósticos del compositor Miguel Brotóns y también su Ferrol 1916, un impromptu-fantasía inspirado en el poema homónimo de Ricardo Carvalho Calero creado cuando en el 2020 se le dedicó al escritor ferrolano o Día das Letras Galegas; música traducida en compases que muestran una visión contemporánea de estéticas postrománticas y neoclásicas. También escuchamos la mazurca ¡Sólo por ti!, del célebre compositor de zarzuelas y pasodobles de Ponteareas, Reveriano Soutullo, una pieza de “música de salón”, tan del gusto del XIX, que ofrece la faceta menos conocida del autor de éxitos musicales como La leyenda del beso o El último romántico.

Música y músicos en torno a Ferrol, los «ártabros» y el “Premio de Música Gregorio Baudot” que concede la SAF y que ostentan tanto Amoedo como Brotóns y he de decir yo misma, en la edición de 2012. Larga vida, amor, salud y felicidad para todos los descendientes del mítico Artai.