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La Capitán enfermera del Cuerpo Militar de Sanidad Ana Truyols Domínguez, destinada en el Tercio del Norte de Infantería de Marina, en Ferrol, que forma parte de la Fuerza de Protección de la Armada, se sometió el pasado mes de marzo a una intervención quirúrgica para donarle un riñón en vida a un familiar directo.
Los hechos tuvieron su origen en el mes de marzo del pasado año 2022, cuando este familiar comenzó con diálisis por fallo renal. Tras escuchar el dictamen médico y la necesidad de un riñón, la Capitán no dudó en ofrecer su órgano para ayudar en la recuperación de su familiar. El caso de esta familia es muy especial, ya que la enfermedad es genética, y dos de los tres hijos de esta pareja sufren la misma enfermedad, por lo que en unos años tendrán que pasar por esta situación en dos ocasiones más y volverán a necesitar, por tanto, dos nuevos riñones sanos.
Esta circunstancia es la que llevó a esta Oficial a dar el paso al frente y prestarse para tan importante operación. En España, a lo largo del año 2022, un total 355 personas donaron un riñón (350) o parte de su hígado (5) en vida, según recoge el último informe de la Organización Nacional de Trasplantes. La actividad de trasplante renal de donante vivo representó, por tanto, el 10% del total, según dicho balance.
Los trámites para la donación son largos y, en este caso, hay que añadir la distancia que hubo que salvar entre Galicia y Madrid para realizar todas las pruebas médicas y la pertinente declaración ante el juez, ratificando la decisión de realizar el acto de forma libre de coacciones.
Según palabras de la donante, la operación ha sido dolorosa y la recuperación lenta, pero tan solo un mes después de esta gesta altruista se ha incorporado a su puesto de trabajo, sin novedad, donde se encuentra actualmente desde entonces, desarrollando sus actividades con total normalidad.
La militar se encuentra muy satisfecha por haber podido aportar su ayuda y muy contenta igualmente, tras ver la rápida recuperación de su familiar, el cual según sus propias palabras se estaba muriendo día a día y sin darse cuenta. Todo un gesto de valentía, compañerismo y ejemplaridad por parte de Ana, valores que caracterizan a las personas que forman parte de nuestras Fuerzas Armadas.
