En total, se han colocado ya 124 pilotes, que permitirán anclar al lecho marino la subestación y 40 de los 62 aerogeneradores con los que contará el parque. Estas piezas cilíndricas de acero, de 2,6 metros de diámetro y unas 150 toneladas de peso cada uno, tienen una longitud de entre 18 y 47 metros. Sobre ellos se encajan, con una precisión milimétrica, cada una de las plataformas de tres patas que sustentarán las turbinas.
Durante esta primera fase, que acaba de concluir, se ha logrado completar también la instalación de 24 de estas plataformas (cerca del 40% del total previsto). Estos cimientos de base triangular miden hasta 75 metros de alto, 25 de ancho y pesan 1.150 toneladas. Su montaje se realiza en tres etapas. La primera consiste en elevar la estructura desde una barcaza de transporte para depositarla con una grúa en la ubicación. Durante la segunda etapa se insertan las tres patas del armazón en los pilotes fijados previamente en el lecho marino, quedando lista para poder sellar posteriormente las partes inferiores de las patas.
Gracias a su estructura reticular, las plataformas tienen un impacto muy limitado en el medio ambiente, ya que facilitan la circulación de las masas de agua y la biodiversidad, al tiempo que promueven el efecto de arrecife artificial.
Durante el mes de enero, el proyecto va a continuar con la instalación del cableado entre aerogeneradores, en función de las condiciones meteorológicas. A mediados de enero de 2023, está previsto iniciar los trabajos para el tendido del cable de interconexión del parque. En total, se pondrá en servicio 90 kilómetros de cables de interconexión de corriente alterna de alta tensión de 66 kV.
Los trabajos de perforación e instalación de pilotes se retomarán a en el primer trimestre, cuando se acometerá el anclaje de los 66 pendientes. De esta forma, en el segundo semestre se reanudará la colación de las plataformas eólicas marinas y se iniciará el montaje de los aerogeneradores.
FUERZA TRACTORA DE LA INDUSTRIA
El contrato para la construcción de Saint-Brieuc – valorado en 350 millones de euros – ha sido el mayor encargo hasta la fecha ejecutado por la asociación de Navantia y Windar en eólica marina. Este proyecto ha supuesto la generación de 1.250 empleos directos en Avilés y Fene.
Además, Navantia-Windar ha abierto una planta en Brest, Francia, donde se han fabricado los 186 stabbings y plataformas intermedias de las piezas de transición, y la estructura de celosía para 34 de las 62 estructuras del parque, generando 250 empleos.
Gracias a los contratos adjudicados por Iberdrola, Navantia se ha convertido en un referente global en la construcción de componentes de eólica marina y en el primer proveedor de este tipo estructuras en Francia, con uno de los mayores potenciales de desarrollo en esta industria en Europa.
En total, Iberdrola ha adjudicado ya a Navantia-Windar contratos por una valor superior a los 1.000 millones de euros, incluyendo la adjudicación a Windar de las piezas de transición de los parques eólicos marinos de Baltic Eagle, en Alemania y Vineyard Wind 1, en Estados Unidos, así como los encargos ya culminados para Wikinger, en el mar Báltico, e East Anglia One, en el Reino Unido.
Esta colaboración es un ejemplo de la apuesta de Iberdrola por generar alianzas con proveedores como oportunidad para desarrollar una cadena de valor en el país y situar a la industria española como referente internacional en proyectos verdes.
CUARTO PARQUE EÓLICO MARINO DEL GRUPO IBERDROLA
El de Saint-Brieuc será el primer gran parque de energía eólica marina del grupo Iberdrola en Francia, y el cuarto de esta tecnología en funcionamiento de la compañía. Con casi 500 MW de capacidad, generará energía limpia suficiente para satisfacer el consumo de electricidad de 835.000 personas, una vez que entre en operación en 2023.
Situado a unos 16 kilómetros de la costa, contará con una superficie de 75 kilómetros cuadrados. Su construcción supone una inversión global de cerca de 2.500 millones de euros. Esta nueva instalación muestra la apuesta de Iberdrola por el mercado francés, en el que la compañía prevé invertir unos 4.000 millones de euros hasta 2025, principalmente en proyectos renovables.
La planta se convertirá en el cuarto parque eólico marino de la compañía en funcionamiento, tras West of Duddon Sands, ubicado en el mar de Irlanda; Wikinger, en el mar Báltico; e East Anglia ONE, uno de los desarrollos eólicos marinos más grandes del mundo, situado en la zona sur del mar del Norte.
La energía eólica marina es una de las claves del crecimiento de Iberdrola. Al igual que el grupo fue pionero en su apuesta por la energía eólica terrestre hace dos décadas, la compañía lidera el desarrollo de la eólica marina.
Centrado en países con objetivos renovables ambiciosos, la compañía cuenta con una importante cartera de proyectos en Alemania, Japón, Suecia, Irlanda, Polonia, Taiwan y Filipinas, Estados Unidos y Renio Unido.