Detenido en Valdoviño Alfredo Sanchez Chacón, el «rambo gallego»

Fot. archivo

La magistrada juez del número uno ordenó su ingreso en prisión por las dos requisitorias de sentencias condenatorias
La Guardia Civil  del puesto de San Sadurniño ha detenido a las 3.30 horas de este jueves en Valdoviño a Alfredo Sánchez Chacón, más conocido como el Rambo gallego por sus múltiples fugas de prisión y los largos periodos que logró sobrevivir en el monte y sobre el que  le constaban varias requisitorias de búsqueda y detención. Tras ser trasladado al juzgado de instrucción número uno de Ferrol la magistrada decidió su ingreso en prisión

A las 12.30 horas, en la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña se ofreció una rueda de prensa en la que estaban presentes la subdelegada del gobierno en A Coruña,  el coronel jefe  de la Comandancia de A Coruña; y el miembro de la Benemérita que realizó la detención, Manuel Vilela.

Su arresto fue posible gracias a la colaboración de dos vecinos, que lograron apresarlo junto con el guardia civil después de que entrase en su casa casa para proveerse de víveres.

La detención se produjo en la parroquia de Loira. Sánchez Chacón había intentado entrar  sobre las 0,33 horas en la vivienda tratando de forzar su puerta de acceso, en el lugar de O Calvario. Los moradores , una mujer y dos hijos jóvenes, avisaron por teléfono a su vecino más próximo que es guardia civil destinado en el puesto de San Sadurniño.  para que les ayudase.

El miembro de la Benemérita, que estaba fuera de servicio  acudió inmediatamente a la casa y aunque en un primer momento no encontró a ninguna persona en su exterior, se agazapó para ver si observaba algún movimiento en  los alrededores.

Tras un rato de espera observó a una persona salir de entre la maleza portando una mochila a su espalda dirigiéndose hacía la carretera, iniciando el guardia civil su persecución junto con los dos vecinos e indicándole que se detuviera.

Al verse sorprendido el posteriormente detenido se despojó de la mochila para poder correr más deprisa  y tras una breve  persecución el agente logró  interceptarlo y reducirlo en la zona de O Cruceiro.

Cuando la patrulla del puesto de San Sadurniño  acudió al lugar  procedió a la detención trasladando a Alfredo Sánchez Chacón al Hospital «Arquitecto Marcide» del Complejo Hospitalario Universitario-CHUF de Ferrol, para su examen médico, siendo posteriormente llevado  a los calabozos de la Compañía  de la Guardia Civil de Ferrol en donde permaneció detenido hasta su puesta  a disposición de la Autoridad judicial.

Llevaba fugado desde la pasada primavera, cuando no regresó a la prisión de Monterroso tras un permiso. A sus 63 años, el haber sido ex militar le mantiene en condiciones físicas para hacer todo tipo de peripecias.

Las sospechas vecinales sobre su presencia en la zona obligaron a activar un despliegue policial desde el pasado mes de enero en el entorno del parque natural de As Fragas do Eume.

Sin embargo, en la última semana las pistas se recogieron en la zona de Valdoviño tras acceder a una vivienda para robar comida, según el relato de un residente en el municipio.

Del juzgado a prisión

El Juzgado de Instrucción número 1 de Ferrol ha hecho efectivas las dos requisitorias de ingreso en prisión de Alfredo Sánchez Chacón, para la ejecución de dos sentencias condenatorias, una de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra, por un delito de asesinato, y otra del Juzgado de lo Penal número 5 de Valencia. El detenido cumplía condena por ambos casos, pero no se reincorporó a prisión después de un permiso ordinario, por lo que los dos órganos judiciales emitieron las requisitorias.

 
En cuanto a los hechos concretos por los que ha pasado este jueves a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Ferrol, la magistrada ha decretado su puesta en libertad, la Fiscalía no ha solicitado su ingreso en prisión. Está investigado por un delito de intento de robo y por otro de atentado. El detenido se acogió a su derecho a no declarar. Con respecto al resto de hechos delictivos (robos y hurtos) de los que es sospechoso, la Guardia Civil ha comunicado al juzgado que realizará un atestado ampliatorio, por lo que este jueves solo ha pasado a disposición judicial por los hechos anteriores.
 

Además, el Juzgado de Instrucción número 1 de Chantada había emitido una orden de búsqueda, detención y personamiento debido a que el sospechoso no se presentó cuando fue citado para declarar como investigado por un delito de quebrantamiento de condena. Tal y como había ordenado el órgano de Chantada cuando emitió la orden, se le pasó a disposición judicial y se decretó su puesta en libertad por estos hechos. También se acogió a su derecho a no declarar.

 
RUEDA DE PRENSA

La colaboración ciudadana» ha sido «clave» en la detención del conocido como ‘Rambo gallego’, del que la Guardia Civil «esperaba» además un «error» que precipitase su detención, que finalmente se produjo durante esta noche, pasadas las 00,30 horas, en Valdoviño.

Así lo han comunicado este jueves en la rueda de prensa celebrada en la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, la subledegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas; el coronel jefe de la Comandancia coruñesa, Franciso Javier Jambrina; y el agente que realizó el arresto, Manuel Vilela.

Vilela, que lleva 30 años en el cuerpo y ahora está destinado en San Sadurniño, recibió un aviso esta pasada noche por parte de una vecina, que lo alertaba de que alguien estaba intentando forzar una ventana para entrar en su casa.

Tal y como ha señalado el propio agente, que no estaba de servicio en ese momento, al recibir la alerta y dado el nivel de nerviosismo de la mujer, ya «sospechó» que se trataba del detenido, al que había estado buscando esa misma mañana por el monte.

Al recibir el aviso, Vilela acudió a la casa de la mujer, en la que también se encontraban dos de sus hijos, en la zona de Calvario, en la parroquia de Loira. Allí el agente, tras inspeccionar la zona, vio al sospechoso huir por la carretera, a unos 200 metros de donde se encontraba.

Detención con defensa extensible

Vilela persiguió entonces al hombre acompañado por dos hijos de la vecina, uno de los que se encontraba en la casa y otro que, también alertado por la mujer, se acercó desde su domicilio, próximo a donde ocurrieron los hechos.

El agente de la Guardia Civil, según ha contado, llegó a realizar varios disparos al aire para «intimidar» al huido, que no reaccionó. El huido incluso llegó a deshacerse de la mochila que portaba, en la que llevaba una tienda de campaña y otros útiles de supervivencia, para «escapar más rápido».

Finalmente, Vilela se decantó por la defensa extensible para reducirlo, propinándole algunos golpes de los que ‘Rambo’ intentó defenderse utilizando su bastón.

A este respecto, el coronel ha matizado que, pese a conocerse como el ‘Rambo gallego’, no es una persona con un perfil peligroso. «Entiendo la comparación por su instrucción militar y por ser hábil en supervivencia, pero es un señor de 63 años que cojea. No es comparable, no constituía ningún riesgo para la integridad física de los vecinos», ha explicado.

De hecho han asegurado que «siempre ha evitado el contacto» y que todos los hurtos realizados eran «famélicos». «Sólo una vez robó dinero, 800 o 900 euros, que conservó íntegros, precisamente para rehuir el contacto humano», ha informado Jambrina.

Tras la detención, en la que también colaboraron los hijos de la alertante, el hombre fue trasladado al Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol para su evaluación médica, tras la que fue enviado al calabozo.

Evitar una respuesta violenta

En cuanto a la búsqueda, el coronel Jambrina ha explicado que el Cuerpo «esperaba» que el hombre «cometiese un error», que finalmente se produjo al querer entrar en una casa con personas en su interior, contrario a su modus operandi, rehuyendo siempre el contacto humano.

Es por este motivo, han apuntado, que no se llevaron a cabo «grandes batidas», puesto que podría poner el alerta al hombre y provocar una reacción violenta y peligrosa para él, los vecinos o la propia Guardia Civil.

Sobre el ‘Rambo gallego’ pesaban tres órdenes judiciales de búsqueda: una en Pontevedra, otra en Chantada y otra en Valencia, según ha indicado María Rivas. Se le buscaba desde marzo del pasado año después de que no hubiera regresado a la cárcel en la que estaba cumpliendo condena, la de Monterroso, en Lugo, tras un permiso penitenciario. Ahora se encuentra a la espera de pasar a disposición judicial, «a la mayor brevedad posible».

Por su parte, la subdelegada del Gobierno ha remarcado que Vilela, y todo el cuerpo de la Guardia Civil implicado, «ejemplifican los valores de las fuerzas de seguridad» y ha agradecido la colaboración ciudadana durante todo este tiempo de búsqueda, «que ha sido fundamental». «Esta detención es un éxito colectivo de la ciudadanía», ha asegurado.

En Valdoviño y San Sadurniño

Experto en camuflarse entre la vegetación de nuestra tierra y en huir de la Policía, fueron los robos en casas los que iban dando a los agentes pistas de su paradero. El último lugar donde se le ubicó fue, precisamente, el mismo en el que fue detenido: el municipio de Valdoviño. Allí entró, hace solo unos días, trepando por las rejas de un bajo hasta una terraza en la que había una ventana entreabierta. Como si de un chaval se tratase, fue capaz de saltas las vallas y colarse en la casa.

Una vez dentro, bajó a la cocina pasando por delante de una habitación en la que el dueño dormía. Sigiloso para no despertarle cruzó el pasillo hasta la estancia para poder robar varios alimentos. Tal y como contaba más tarde el dueño de la propiedad a las autoridades, una vez se vió descubierto, ante el temor de ser capturado, solo se llevó los alimentos, no tocó ni siquiera la cartera que estaba sobre la mesa.

Pero lo cierto es que esta era una práctica habitual para el fugado de la justicia, pues solía centrarse en los robos de comida y bebida, no de objetos, mobiliario ni dinero. En la misma parroquia de Loira también se le atribuye la rotura de la puerta de otra vivienda. Y, una semana antes, en el vecino ayuntamiento de San Sadurniño, en la parroquia de Santa Mariña, un vecino lo sorprendió en su garaje y recibió un bastonazo en la cara. Probablemente el haber sido descubierto ‘in fraganti’ hizo que tuviese que desplazarse de ayuntamiento, antes de que las autoridades fuesen alertadas.

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Un largo historial de fugas

Como el personaje que encarnaba en el cine Sylvester Stallone, Alfredo Sánchez Chacón es un experto en superviviencia extrema que se ganó el apodo de Rambo por su capacidad para vivir en la clandestinidad superando las situaciones más adversas. Lleva media vida fugado en los montes gallegos, que convirtió en su particular Vietnam y que solo abandonó para caer en su perdición: los clubes de alterne.
Su primera gran fuga duró de 1989 a 1997. Lo trincaron en un prostíbulo de Xove tras varios años escondido en los montes de A Mariña. Lo mismo le sucedió, años más tarde, tras escapar de la cárcel de Vigo para acabar detenido en una casa de citas de Ribadavia. Volvió a prisión, esta vez a la de Monterroso, para cumplir 17 años de condena por matar a un chico en Curtis en 1996, pero también se escapó del penal lucense, el pasado abril. No fue una fuga de película con sábanas anudadas: simplemente no regresó de un permiso.

Había fundadas sospechas de que se ocultaba en las Fragas do Eume, donde la Guardia Civil desplegó un dispositivo de búsqueda y un cazador de la parroquia eumesa de Ombre afirma haberlo visto e incluso haber hablado con él. «Subín fraga arriba, seguindo o rastro do xabarín, e no medio do monte topeime cunha tenda de campaña e un home dentro, con medio corpo fóra. Preguntoume que facía alí. Díxenlle que cazando e volvín para o coche. Quedouse mirando e non sei se me seguiría un anaco, creo que para ver se eu chamaba a Garda Civil», cuenta este hombre, que, en efecto, avisó a la Benemérita en cuanto se vio a salvo.

«Era un home xa maior, con algo de barba», relata este cazador a la TVG, por evidente temor ante un individuo, Sánchez Chacón, que al margen de las más o menos acertadas comparaciones con el veterano de guerra de la gran pantalla, no deja de cargar con un asesinato a sus espaldas.

Al margen de que su apodo sea más o menos ingenioso no hay que olvidar que es un asesino. Por eso los eumeses pidieron vigilancia

Sus andanzas en Lugo

A Chacón lo bautizaron como el Rambo gallego, pero también podría ser el Rambo lucense. Y es que entre 1989 y 1997 vivió varios años oculto en los montes mariñanos antes de acabar esposado a un agente en un burdel de Xove.
Chacón retomaría su idilio con la provincia de Lugo una década más tarde, cuando lo trasladaron a la cárcel de Monterroso proveniente de Asturias. Entre rejas mantenía un buen comportamiento hasta que el pasado abril no volvió de permiso. Fue la enésima fuga del Rambo gallego, y quién sabe si la última.

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