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Julia Mª Dopico Vale
La buena música prosigue en el incipiente 2022 con el concierto que la Orquesta Sinfónica de Galicia acaba de ofrecer en la pasada tarde de jueves en el Auditorio ferrolano en colaboración con la Sociedad Filarmónica y al día siguiente en el Palacio de la Ópera de A Coruña, donde tiene su sede y un programa de excepción bajo la batuta de su director titular Dima Slobodeniouk.
En la primera parte, el Concierto para violín Nº 1 en la menor, Op.77 del soviético Dmitri Shostakóvich, compuesto en 1947 y estrenado años después por ser tildado
por el régimen de “exceso de modernismo”. Dedicado en su día al violinista David Óistraj que lo califica de “obra muy atractiva que ofrece grandes oportunidades, no sólo para demostrar virtuosismo, sino también para la expresión de profundas emociones, pensamientos y estados de ánimo”. Honduras oceánicas de ideas y pasiones expresadas magistralmente a través del íntimo y meditativo Nocturne, el veloz y jovial Scherzo, el Passacaglia y Burlesque, en donde el violín interpreta todo tipo de virtuosas acrobacias.
La jovencísima violinista granadina María Dueñas, emergente estrella internacional , reconocida y ganadora de prestigiosos premios y concursos como el Yehudi Menuhin, deslumbró con la excelente ejecución del exigente concierto de insondables magnitudes expresivas y técnicas, conquistando al público expectante.
Ya en la segunda parte, la Suite Lemminkäinen, op.22 del compositor finlandés
Jean Sibelius, autor que parte del romanticismo alemán y se eleva mediante aportaciones nacionalistas que lo conducen hacia un estilo único entre la estética del simbolismo y el “art noveau”. Cuatro Leyendas para Orquesta en impecable interpretación de la Sinfónica, que cumple en este 2022 los treinta años de vida, alcanzando las altas expectativas que le fueron encomendadas y situando a Galicia en la élite musical de nuestro país.
