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(Fot.PC-Concello)-El Ayuntamiento de Ferrol ha decretado el cierre inicialmente de dos playas, la de Ponzos y Santa Comba, tras la aparición de ejemplares de «carabelas portuguesas» una falsa medusa venenosa, que también han llegado a otros puntos del litoral coruñés.
Sobre las cinco de la tarde de este domingo, tras un aviso del CIAE-112 que había recibido una llamada de un particular informando sobre la aparición de las «carabelas portuguesas» en la playa de Ponzos, se alertó a Protección Civil de Ferrol y a la Policía Local.
De inmediato se trasladaron en un primer momento a la playa de Ponzos, en donde dada la gran cantidad de esas falsas medusas se hizo necesario proceder al cierre, por parte de la Policía Local, del acceso a la playa. Posteriormente también se cerró el paso a la playa de Santa Comba.
Un equipo de doce voluntarios de Protección Civil con palas y capachos iniciaron la recolección, con el objetivo de evitar que puedan afectar a alguna persona o mascota toda vez que su picadura es peligrosa y muy dolorosa.
En concreto las playas afectadas son las de Ponzos, Santa Comba, San Xurxo y Doniños-Penencia, donde han aparecido ejemplares de esta falsa medusa venenosa.
Ya entrada la noche se suspendió la recogida y se espera que este lunes el Departamento de Medio Ambiente del Concello indique si se debe continuar cerrándose el paso a las demás playas y la labor a ejecutar.
Las autoridades advierten del peligro de esta especie que, incluso después de muerta, puede llegar a inyectar veneno si se tiene contacto con ella.
Las carabelas portuguesas
Con apariencia de medusa, la carabela es en realidad un organismo colonial cuyos individuos se especializan para mantener viva la colonia. Se trata de una agrupación de hidroides que se dividen el trabajo: el neumatóforo (parte que flota o vela), los gastrozoides (digestión), dactilozoides (detección y captura de presas, y defensa) y los gonozoides (se ocupan de la reproducción).
Está formada por una vela gelatinosa de entre 15 y 30 cm4 que le permite recorrer los océanos impulsada por los vientos, las mareas y las corrientes marinas, mientras que del cuerpo central cuelgan numerosos tentáculos que le sirven para atrapar a sus presas y que extendidos puede llegar a medir hasta 50 metros, aunque normalmente tienen una extensión de unos 10 metros.
Estos tentáculos están provistos de cápsulas urticantes denominadas cnidocitos que pueden paralizar a un pez grande y afectar seriamente al ser humano. Estas cápsulas, ante el estímulo apropiado, liberan un filamento hueco espiralado de un único uso llamado nematocisto, que puede ser de distintos tipos: simples ventosas, prolongaciones largas de los tentáculos que se enrollan alrededor de la presa, y púas o espinas que pueden inyectar una toxina proteica que paraliza a la presa.
Los tentáculos tienen por objeto envolver a las presas e introducirlas en la boca hasta la cavidad gastrovascular, donde comienza la digestión.
La carabela portuguesa es un carnívoro. Con unos tentáculos venenosos, atrapa y paraliza a su presa. Por lo general, captura pequeños organismos acuáticos como peces y plancton.
